Cuba cuenta con una larga historia de publicaciones periódicas en las que caricaturas e historietas permiten conocer la vida cotidiana de la sociedad en diversos momentos de su devenir histórico.
El 15 de enero de 1879 circula el primer número del semanario satírico Don Circunstancias, bajo la dirección de Juan Martínez Villergas y con caricaturas del destacado pintor Víctor Patricio de Landaluze, ambos españoles. Esta publicación forma parte de la extensa colaboración entre los dos autores durante la segunda mitad del siglo xix, resultado de la cual aparecieron seis semanarios, todos del mismo corte humorístico, satírico y crítico sobre la actualidad política, las costumbres criollas y las incidencias de la vida de la Isla. En sus páginas se reflejó la visión política de Villergas y Landaluze: críticas contra toda manifestación de cubanía, burla de la creación intelectual criolla, oposición abierta a las aspiraciones de independencia de los cubanos y los líderes de estas gestas, discriminación del negro y reafirmación del dominio español, imprescindible para la propia existencia de Cuba.
En el caso de Don Circunstancias es necesario recordar que aparece cuando se inicia el período conocido como Tregua Fecunda o reposo turbulento, durante el cual, como consecuencia de la Guerra de los Diez Años (1868-1878), España concedió a los cubanos ciertas libertades y derechos políticos y abolió, aunque paulatinamente, la esclavitud, produciéndose un auge de las ideas reformistas y una etapa de reflujo del movimiento revolucionario.
Esta nueva empresa editorial, donde también aparecen varios artículos históricos, así como reseñas y críticas literarias, no significa cambio alguno en la proyección artística y política de Villergas, quien se dedica a predicar la concordia, pero combate con todas sus fuerzas a los independentistas y autonomistas, llamando incluso la atención a los gobernantes cuando observaba tendencias o medidas que favorecían esta última línea política.
En consecuencia, la obra de Víctor Patricio de Landaluze tendrá como temas principales los sucesos nacionales de índole política, en particular la burla a los autonomistas y su periódico El Triunfo, el elogio a españoles y españolistas de su partido conservador Unión Constitucional, el quehacer político de España y el resto de Europa, noticias locales y la actividad en los teatros Tacón o Albisu, motivo por el cual aparecen caricaturas personales de los integrantes de compañías teatrales. En menor medida, se aprecian obras dedicadas a la vida social y costumbres de la época, el estado de las calles habaneras, las modas —tanto femenina como masculina—, y la discriminación del negro, entre otros temas, algunas de las cuales ilustran este artículo. Un rasgo distintivo es que su humorismo reside casi únicamente en la intención producida por el contraste entre el dibujo y la leyenda que le acompaña.
Desde el 4 de mayo de 1884 y hasta el fin de la publicación en diciembre del propio año, por encontrarse Landaluze gravemente enfermo de la vista, el responsable de su ilustración será un artista que usa el pseudónimo Notanio, del que no ha podido precisarse la identidad, a pesar de las búsquedas profundas en varias fuentes de información, tanto impresas como digitales.
El humor gráfico del semanario Don Circunstancias constituye una fuente documental muy valiosa, pues en ella aparecen personajes de la calle, formas de hablar, modas, tradiciones y costumbres habaneras que permiten conocer y analizar la historia y evolución de la sociedad cubana del siglo xix, estudios que podrían y deberían ser asumidos por especialistas de todas las ciencias sociales, no solo las artes plásticas.