En el universo de las antigüedades, hay quienes compran y venden piezas, y hay quienes se obsesionan con ellas hasta convertir esa pasión en un camino de vida. Jaume Bagot es de estos últimos. Jurista de formación y coleccionista por afición desde los trece años, ha recorrido un largo trayecto desde su primer contacto con las monedas hasta dirigir una de las galerías de arte antiguo más reconocidas de España: J. Bagot Ancient Art, con sede en Barcelona.
Con más de dos décadas dedicadas a recuperar fragmentos de historia material, Bagot no duda en calificar su afición como algo “obsesivo”, un impulso que lo lleva a explorar, documentar y reconstruir la trayectoria de cada pieza con un rigor que combina instinto, conocimiento y algo de detective. En su paso por Antik Almoneda 2025, compartió con Arte por Excelencias no solo sus propuestas más llamativas, sino también el trasfondo que guía su criterio.
Una de las historias que relató con más orgullo es la de un cuadro perdido de Joaquín Sorolla, La alberca del Alcázar. La obra, desaparecida desde 1911, fue localizada gracias a una fotografía archivada en el Museo Sorolla, donde aparecían anotaciones manuscritas sobre su precio y comprador original. La pieza, adquirida en América del Norte y llevada de vuelta a España, pasó por la galería y terminó en Madrid. “Fue un trabajo de investigación, casi periodístico”, recuerda Bagot.
La galería ha trabajado con museos de todo el mundo, desde el Museo Arqueológico Nacional de Madrid hasta instituciones en Hiroshima o Múnich. Bagot defiende una visión exigente del coleccionismo: menos es más. A sus clientes les recomienda “comprar lo mejor que puedan pagar” y mantener un criterio curatorial firme: “Una colección buena no es la que tiene más objetos, sino la que tiene piezas memorables”.
El rango temporal de su colección es abrumador: desde piezas que datan de 12.000 años antes de Cristo, hasta pintura contemporánea. Precisamente en los últimos años han incorporado obras del siglo XX a su galería, una línea que ha funcionado muy bien.
Este diálogo entre lo antiguo y lo moderno también se ha visto reflejado en su propuesta para esta edición de Antik. Bagot destaca especialmente la combinación de un torso romano con una obra del artista mexicano Bosco Sodi, o una máscara precolombina junto a una pintura de Diego Rivera, quien fue un gran coleccionista de arte mesoamericano.
De momento, Jaume Bagot no se plantea una expansión hacia otras disciplinas, sino una profundización en la intersección entre arte antiguo y arte moderno, porque si algo define a la galería es la convicción de que las piezas de arte, cuando tienen calidad, dialogan entre sí sin importar la época.
Related Publications

EXPO CHICAGO Contemporary Art Fair: Galería Artizar
April 15, 2025