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Ivonne Portillo. La cultura de la memoria
26June
Artículos

Ivonne Portillo. La cultura de la memoria

“La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado”

Gabriel García Márquez

El pasado en el arte

La artista colombiana Ivonne Portillo expone Memorias de Abya Yala, en la Sala Poligonal del Mercado de la Abaceria Central de Barcelona. Se trata de un conjunto de pinturas y fotografías relacionados con la cultura precolombina, pero desde una visión contemporánea. Abya Yala significa “tierra en plena madurez” situada en el actual territorio de Panamá y Colombia.  A Portillo le interesa representar el pasado de sus ancestros. Unos ancestros que vivieron en medio de la naturaleza y un modo de vida truncado por las diferentes colonizaciones que tuvieron lugar siglos atrás y que cambiaron su existencia, así como el entorno natural, o sea un paisaje virgen, pero disponían de todo aquello que les permitía subsistir.

Vea además: Alicia Gallego: El concepto de movimiento en el grabado

Aunque desde hace años la artista reside en Barcelona, no olvida sus orígenes, más bien es lo contrario, ya que siempre se ha mostrado interesada en recuperar sus raíces, como también lo han hecho tantos artistas americanos, entre ellos Lam, Matta, Botero, Torres García, Basquiat, Juan de Andrés… que, a través de la pintura, el grabado y la escultura, han sabido plasmar el pasado, a través de sus propuestas plásticas dentro de la contemporaneidad.

Por ello, la labor creadora de Portillo merece nuestra atención, sobre todo para el público que desconoce su trabajo y sus intenciones tanto estéticas como descubridoras de la importancia del arte latinoamericano en nuestros días, pero sin obviar que su sustrato proviene de muchos siglos atrás -incas, mayas, olmecas…-, como también del arte africano -Togo, Benín- y árabe -Marruecos, Argelia-. Un número considerable de artistas del siglo XX han recibido sus influencias que luego han quedado integradas de algún modo en sus obras como, por ejemplo, Picasso, Matisse, Modigliani, Brancusi, Klee o Barceló.

El mercado como punto de encuentro artístico

No se conocen demasiados ejemplos que un mercado central de abastos tenga una sala dedicada a exposiciones de arte, pero en el caso del Mercado de la Abacería Central de Barcelona es una excepción, ya que desde el año 2022 que se lleva a cabo un ciclo de exposiciones de los artistas premiados en el Concurso de Pintura del Passeig de Sant Joan, organizado por la Asociación de Vecinos, que se celebra en medio del paseo, donde los participantes muestran tres o cuatro cuadros ante la atenta mirada del público. Suelen haber entre 80 y 100 participantes que se distribuyen por el paseo ocupando tres o cuatro calles.

Actualmente el Mercado se encuentra en una fase de provisionalidad -ya lleva cinco años así-, ya que la ubicación original se está remodelando totalmente. En la parte superior del Mercado hay una sala poligonal que no sólo sirve para las exposiciones, sino que también se utiliza para otros eventos. Esta dualidad entre gastronomía -alimentación- y arte se acoplan en perfecta armonía, originando que haya una sinergia entre ambas funciones.

Ivonne Portillo. Una artista multifuncional

Ivonne Portillo es una artista que no trabaja sola, sino que dirige Casa Jaguar, un estudio de arte que abrió en Barcelona hace cuatro años. Es un equipo donde colaboran diferentes profesionales, la mayoría de ellos colombianos, con la intención, según la propia artista, de “desarrollar un lenguaje que integre el arte prehispánico con el arte contemporáneo”.

Su formación artística se ha desarrollado principalmente en la capital catalana donde ha realizado diversos talleres y cursos de dibujo, pintura, grabado y de creación de nuevos lenguajes plásticos, mayormente en el Círculo Artístico Sant Lluc y la Escuela Traç, ambas situadas en Barcelona.

Su primera exposición fue una colectiva sobre grabado en la escuela Traç en 2012. A nivel individual lo hizo en el Centro Cívico Pere Pruna de Barcelona en 2021, donde mostró el trabajo Tesoros Escondidos, que el año siguiente se exhibió en el Centro Cultural Pilar Miró de Madrid. Al margen de España, su obra ha viajado por distintos países: Estados Unidos, Taiwán, Reino Unido, Argentina, Colombia.

Memorias de Abya Yala

En conjunto se exhiben una veintena de obras, entre pinturas, grabados y fotografías distribuidas en cuatro ámbitos. Se trata de las series Cantos del paisaje, Mujeres indelebles, Las Guacas Alumbran y La memoria grabada. En algunas de estas obras también han colaborado artistas multidisciplinares como Alba Maury, Ana María Zabala y la filósofa Gabriela Sepúlveda, que estructura los proyectos de Casa Jaguar.

 

Ivonne Portillo. Transformar
Ivonne Portillo. Transformar

 

En la primera sección Cantos del paisaje es donde se aprecia más nítidamente su trabajo pictórico mediante el uso de la técnica mixta.  Representa un conjunto de paisajes naturales que, según ella, suelen ser únicos, o sea, diferentes de lo que se puede ver en nuestro continente.  Son los territorios denominados Abya Yala como, por ejemplo, la obra La laguna de Bachué, premiada en la última edición del Premio de Pintura del Passeig de Sant Joan. Bachué fue una diosa que surgió de la laguna con un bebé en brazos según marca la tradición chibcha, pueblo indígena que adoraba el sol y la luna. La artista representa el agua moviéndose mediante diferentes tonalidades azules.

 

Ivonne Portillo. La laguna de Bachue
Ivonne Portillo. La laguna de Bachue

 

La mayoría de las piezas son abstractas, pero ello no es óbice para que el paisaje natural esté bien representado denotándose su admiración por él, ya que es un territorio que tiene una historia muy compleja. Por ello Portillo lo muestra de manera que “las historias, las lagunas, los ríos, las montañas, los árboles y el oro son personajes vivos que son honrados generación tras generación”.

 

Ivonne Portillo. En el agua y en el aire
Ivonne Portillo. En el agua y en el aire

 

Respecto a Mujeres indelebles es un homenaje a las mujeres indígenas, concretamente a ocho de ellas que desarrollaron un gran activismo social en defensa de su territorio. Algunas aun hoy en día siguen estando activas. Se da la circunstancia que en esta serie no sólo interviene la propia artista, sino que cuenta con la colaboración de la fotógrafa Alba Maury y la ecóloga humana Ana María Zabala. Esta última realizó un proyecto de investigación sobre la forma de vivir de este grupo de mujeres. Posteriormente Portillo trasladó estas ideas a sus pinturas y Maury tomó de cada una de las obras una serie de fotografías analógicas de doble exposición que, al sobreponerse las imágenes de los paisajes con las obras de Portillo, se crea un relato entre ellas y el espacio natural que defienden.

 

Ivonne Portillo. Serie Mujeres Indelebles
Ivonne Portillo. Serie Mujeres Indelebles

 

Otra serie de fotografías analógicas de doble exposición es Las Guacas Alumbran, proyecto originado en Bogotá que cuenta con la participación de Zabala, quien fotografió un conjunto de obras de orfebrería del Museo de Oro de la capital colombiana que después Maury superpuso con las pinturas de la artista, dando como resultado una obra visualmente surrealista, pero en realidad es una manera de mostrar un nuevo ideario estético, donde se advierte que la tradición orfebre tenia un lugar destacado en las culturas precolombinas y que debido a las diversas colonizaciones que sufrió, por decirlo de manera suave, se vio truncada esta evolución.

 

Ivonne Portillo. Chia ilumina el Cocuy
Ivonne Portillo. Chia ilumina el Cocuy

 

Finalmente, en La Memoria grabada la artista se adentra en el terreno del grabado, más concretamente en el de las xilografías. Se trata de una serie de siete grabados circulares que muestran una nariguera hispánica realizada en platino y oro hallada en la localidad colombiana de Tumaco. Las narigueras son unos accesorios nasales que tapan la boca y que solían utilizar personajes notables. En estos grabados se observan desde escenas de danza a paisajes.

En portada: Ivonne Portillo. Hace muchas lunas