Grazia, Amaya, Kahlo y el arte de las telas

“La moda se manifiesta en todas partes”, decía el año pasado Maria Grazia Chiuri para Vogue España. Dior acababa de presentar en Sevilla su colección crucero 2023, una galería de arte textil que tenía como referencia a la artesanía y el folclore de un país cuyo nombre bautiza la plaza que la firma francesa utilizó de escenario.

La diseñadora romana ve en estas colecciones una oportunidad para explorar el arte y todos los aspectos sociales y culturales del lugar en el que se inspira para crear sus modelos de alta costura. La Plaza España se convirtió en el reflejo de viajes, investigaciones y pasiones que Chiuri decidió compartir entre los puentes vestidos en cerámica. Entre ellas, las el retrato de la mujer en las películas de Pedro Almodóvar o la devoción mariana que inspira sus bordados y que le recuerdan a su infancia italiana. “La moda se manifiesta en todas partes”, repetimos. En todo arte, también. Hablando además de que el manejo de la tela es un arte en sí mismo.

Carmen Amaya, bailaora convertida en leyenda del flamenco, ha tejido con su taconeo muchos de los trajes mostrados en esa pasarela. Su despego de la bata de cola para el uso del pantalón, que mostraba mejor sus movimientos, la ha convertido en un icono de la moda. Nace en Somorrostro, Barcelona, con el agua guiando su baile. Su atrevimiento era tan fuerte como una ola. “Nací a la orilla del mar. Mi vida y mi arte nacieron del mar” dijo en una ocasión.

De un año a otro, Maria Grazia decide navegar por ese mar y acabar en otro continente, en otro país. México ha sido el lugar elegido por la italiana para presentar este año su crucero 2024. Allí, otra mujer vestía con pantalón. Para provocar y protestar contra la sociedad, Frida Kahlo se ponía un traje y una corbata. Su ropa fue un mensaje. El traje de Tehuantepec, sus infinitas flores en el pelo y las faldas indígenas siempre fueron palabras y pinturas que ahora la directora creativa de Dior acoge y muestra en un escenario que representa todo: es el Colegio de San Ildefonso, uno de los paraderos más importantes de Ciudad de México y el lugar donde estudió la pintora.

Sus frases, como viva la vida, han sido bordadas en la ropa, dejando así una huella que ella ya dibujó hace años. Maria Grazia ha puesto en valor el trabajo de los artesanos mexicanos, colaborando con ellos y dándoles un lugar en lo alto del desfile. Remigio Mesta ha llevado a Dior las túnicas huipiles, bordadas y tejidas a mano en Oaxaca. Los bordados se marcaron no sólo en las prendas tradicionales. Los tejanos y las figuras más modernas se contagiaron de la tradición. Reinventar muchas veces es la forma de encontrar al arte. Maria Grazia construyó, de nuevo y desde la mirada actual, los trajes que se observan en fotografías de Kahlo, también el vestido rosa que aparece en su cuadro Autorretrato en la frontera entre México y Estados Unidos.

El arte siempre encuentra una forma de sumergirse en otro mundo. La figura de artistas femeninas como Frida inspiran a otras artistas y, con ello, la relación entre técnicas y formas se va quedando plasmada en la historia. La moda siempre será el espejo del arte más clásico y de la sociedad y, al igual que Carmen Amaya bailó y Frida Kahlo pintó, Maria Grazia diseñará y tejerá el legado que ellas han dejado.

En portada: Maria Grazia, Dior Crucero 2024 en Ciudad de México. Dior