Cada año, en noviembre 22, se celebra el Día Internacional de la Música en algunos países europeos en recordación a la muerte de Santa Cecilia, patrona de los músicos. Y aunque la fecha establecida por la UNESCO desde el 1975 para el homenaje a esa manifestación del arte y sus cultores es el 1 de octubre, Arte por Excelencias aprovecha la ocasión para profundizar en el tema.
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Y lo haremos echando un vistazo a algunos de los ritmos que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad en Latinoamérica y el Caribe.
Uno de ellos es el Tango, ritmo originario de Río de la Plata en Argentina y que tiene gran arraigo no solo en ese país sino también en naciones cercanas como Uruguay. A su vez, oriundo de la provincia de Corrientes, también en Argentina, el Chamamé además encontró espacio en la Lista de la UNESCO.
Menos conocida a nivel internacional, está la Danza de las Tijeras. Este ritmo ha permanecido por años entre los habitantes de los pueblos y las comunidades quechuas del sur de la cordillera andina central del Perú. También arraigada entre los pueblos indígenas está la Pirekua. Este canto tradicional nacido en el estado de Michoacán en México posee diversidad de estilos debido a las influencias africanas, europeas y amerindias.
Desde el gigante suramericano se reverencia la Capoeira que mezcla danza, música y acrobacias y, aunque nació en Brasil, sus orígenes son africanos con influencias indígenas. México aporta su música de Mariachi, que vincula cuerdas, canto y trompeta y en sus versiones más modernas alcanzó una difusión nacional gracias a su incursión en la radio, la televisión y el cine.
El Vallenato colombiano también es el resultado de la fusión de tradiciones y se interpreta en festivales y en fiestas familiares y de amigos. De esa nación también se incorporaron en la lista los Cantos de los Llanos de Colombia y Venezuela.
El Candombe uruguayo también merece su espacio y reconocimiento. De raíces africanas se caracteriza por el manejo de una percusión característica - clave de candombe-, y no puede faltar en las fiestas de carnaval de dicha nación.
Muy popular en Latinoamérica es también la Bachata heredada de la República Dominicana. Se le considera un derivado del Bolero, el Son cubano y el Merengue, este último también posee la misma condición y se ha extendido en todo el continente americano.
Inmortalizado por el cantante jamaiquino Bob Marley, el Reggae también integra la lista de la UNESCO; mientras que el Punto cubano, la Tumba Francesa, así como la Rumba, también han merecido reconocimiento internacional. Esta última es considerada la madre de varios ritmos y bailes latinos.
La música tradicional de cimarrona proveniente de Costa Rica se ha transmitido de generación en generación y constituye uno de los grandes acompañantes de las mascaradas, fiestas populares o eventos de ámbito público o privado desde hace más de un siglo. También el Calipso llegado de Trinidad y Tobago y muy popular en las Antillas en donde ha adoptado diferentes variantes.
Sirvan estas pinceladas para rendir homenaje al arte de la música.
En portada: Santa Cecilia con un coro de Ángeles. Anónimo. Siglo XVII