En medio de monumentales creaciones aparecen siempre detalles, sentimientos, preocupaciones humanas que vuelcan la mirada hacia las cosas sencillas, hacia aquello que nos da fuerzas para seguir adelante en este mundo cambiante y a veces hostil. Hay muchos ejemplos, pero entre ellos sobresale, en el recorrido por los pasillos de la Feria Internacional de Arte de Bogotá (Colombia) ArtBo, con apellidos 2022, el destacado nombre de Liliana Porter. Esta célebre creadora argentina, nacida en 1941, y que vive en Nueva York desde 1964, ha establecido su dimensión artística a partir de un trabajo con juguetes, muñecos, fotografías, adornos que conjuga en sus sutiles creaciones con dosis de lirismo, ironías para atrapar al espectador en sus redes artísticas.
Vea además: ArtBo 2022: La fuerza de los sueños
Ella desentraña historias sobre los más variados materiales o superficies que muestran la capacidad creativa de altos quilates, para hacer arte con la imaginación y esos recursos que brotan del entorno, como regalos divinos que soportan la irrealidad en la vida cotidiana hecha obra de arte. Pero, algo muy importante, la cantera donde suele rastrear la materia prima de su obra es la niñez: juguetes, adornos..., objetos cotidianos que traen consigo una carga simbólica cristalizada, pero que será neutralizada o cambiada por la artista.
Persiste en Liliana Porter, una incurable nostalgia de la niñez. Aunque hay otro lugar donde ella busca: en aquellos objetos producidos por la llamada "alta cultura". Como pueden ser grabados, dibujos –propios y ajenos–, libros, que le han dejado huellas..., y han marcado su espíritu creativo. Entonces, con pasión, energía y esa magia que la envuelve a la hora de trabajar, Porter los recicla en su mundo, pudiera decirse, y llegan, después, en su calidad misma de objetos, pero transformados más allá del universo de imágenes/ideas que conllevan.
Son obras que recobra, se apropia y rescata, para traerlas a su presente. Y regresan, entonces, a su dimensión. Con la magia de su hechizo creativo, las vuelve a nombrar con otro protagonismo del que traían de origen, Esos objetos caminan por su original obra, con nuevas relaciones establecidas. Podría decirse que ella es una coleccionista de objetos e ideas que reconstruye en una obra singular, que acapara todas las miradas en donde se encuentre.
Como sucede con sus piezas expuestas en esta edición de ArtBo de la mano de la galería Mor Charpentier (Paris, Francia), tituladas To Fix it, (una figurita con un reloj roto), y Pintor con abrigo amarillo, (una pieza que puede ser divertida donde el espectador queda asombrado frente a una pared de galería pintada por una figura tan diminuta...). En ellas los pequeños personajes que cruzan por sus piezas se enfrentan a tareas abrumadoras e imposibles.
En portada: Pintor con abrigo amarillo. Foto: César Melgarejo/ El Tiempo.com
Le puede interesar:
Ricardo Cárdenas: Las dimensiones del ARTE
ArtBo 2022: puertas abiertas al ARTE nuestro