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Viaje a una Bienal de arte sostenible
15September

Viaje a una Bienal de arte sostenible

Los directores y artistas de la XV edición de la Bienal de Cuenca, en Ecuador, fueron conscientes del mensaje que nos mandaba el mundo con la pandemia de la Covid-19, e hicieron de este escenario una oportunidad para reivindicar la sostenibilidad y el cuidado de la naturaleza. Es por ello que todo el proyecto partió de la tesis curatorial de la española Blanca de la Torre, titulada Bienal del Bioceno. Cambiar el verde por azul, y por lo que se han promovido acciones como la reutilización de dispositivos y piezas empleadas en la muestra, que una vez concluido el evento, se donarán o reciclarán, o la apuesta por el talento local para evitar importar obras y reducir la huella de carbono.

Vea además: La Bienal de Cuenca presenta el catálogo de su XV edición

Celebrada del 10 de diciembre de 2021 al 28 de febrero de 2022, los miembros de la Bienal presentan ahora en la Casa de América, en Madrid, el catálogo de aquella edición de la Bienal, que recoge el trabajo allí presentado por los artistas. Charlamos con Katya Cazar, directora de la Fundación Bienal de Cuenca, y con Blanca de la Torre, curadora de su 15ª edición, para conocer sus impresiones sobre el transcurso de este acontecimiento artístico. 

¿Cómo discurrió la XV edición de la Bienal de Cuenca?

Katya Cazar (K.C.): Esta edición ha sido muy importante para la Fundación porque se convirtió en un reto por el hecho de atravesar la pandemia de la Covid-19. Curiosamente, en la terna de curadores Blanca de la Torre presentó una tesis titulada ‘Bienal del Bioceno. Cambiar el verde por azul’, la cual se ajustaba mucho a la enorme crisis que estábamos viviendo. Conjuntamente con la curadora y los artistas, el equipo de la Bienal fue surfeando lo que la pandemia nos traía. Finalmente pudimos llevar a cabo el proyecto, y estamos muy contentos porque tuvimos unos 32.000 asistentes pese a los protocolos de seguridad y al control de aforos. Fue un éxito y supone un ‘parteaguas’ en lo que es la historia de la Bienal de Cuenca, ya que planteó tanto una idea y como una logística relacionada con la sostenibilidad.

¿Es la primera ocasión en la que se aborda la cuestión de la sostenibilidad en la historia de la Bienal?

K.C.: Así es. De hecho, diría que es la primera Bienal en el mundo que maneja este modelo de sostenibilidad. Pese a que era un reto importante, lo que Blanca nos planteaba se fue convirtiendo en parte interna del equipo, y todos pensábamos en esa línea de la sostenibilidad y la ecología.

¿Qué supuso para ti ser la comisaria de la XV edición de la Bienal de Cuenca?

Blanca de la Torre (B.T.): A parte de haber sido un trabajo colectivo apasionante, para mí supuso aplicar todas esas pautas de sostenibilidad que venía durante años desarrollando en diferentes exposiciones, pero llevándolas a un proyecto más amplio como es el de una Bienal. No queríamos reducirlas a uno o dos espacios sino adaptarlas a ese modelo de Bienal, en el que se trabaja de una manera mucho más sistémica con todo el equipo.

¿Qué vamos a encontrar en el catálogo ‘Bienal del Bioceno. Cambiar el verde por el azul’?

B.T.: Es una pequeña síntesis del trabajo de la Bienal, porque un catálogo nunca puede condensar una experiencia tan amplia como es la que allí se da. El catálogo aborda, por un lado, los contenidos discursivos y la cuestión del desarrollo emocional de la Bienal y, por otro lado, las obras de los artistas, con las imágenes de esas piezas y el plan de sostenibilidad que proponíamos y que redujimos a una suerte de decálogo.

Tu obra gira principalmente en torno a la sostenibilidad y al cuidado del medio ambiente, ¿cómo de importante es abordar la cuestión de la problemática climática a través del arte?

B.T.: Pienso que los discursos deben ir siempre acompañados de la praxis, porque de nada sirve hablar solamente desde el plano teórico. Se trata de acortar las distancias entre ética y estética, entre teoría y práctica, y de trabajar entre todos para consumir cultura de otra manera con el objetivo de crear un planeta más habitable.

Tras haber comisariado y expuesto por todo el mundo, ¿cómo has percibido el interés en Ecuador por el arte contemporáneo?

B.T.: Ecuador tiene una riqueza espectacular, tanto a nivel de arte contemporáneo como de biodiversidad. Ambas cosas encajaban a la perfección, porque podíamos abordar la cuestión de la riqueza y de lo que estamos dejando que se pierda a través de una serie de propuestas. Tanto los artistas ecuatorianos como los de otras partes del mundo presentan unos puntos en común muy interesantes.

¿Qué relación tienen España y Ecuador en el plano artístico?

K.C.: Es una relación bastante estrecha, pero en esta edición de la Bienal fue especialmente notorio el apoyo que varias instituciones culturales españolas brindaron al proyecto, sobre todo con un énfasis en la producción de los artistas españoles. Eso habla de la responsabilidad de las instituciones culturales y le aporta un mayor carácter a la representación de España en la Bienal.

En portada: De izquierda a derecha, Carlota Álvarez, comisaria, gestora de arte y miembro del jurado en ediciones anteriores de la Bienal de Cuenca, Blanca de la Torre, curadora de la 15ª edición de la Bienal de Cuenca, Enrique Ojeda, Director General de la Casa de América, Andrés Vallejo, Embajador de la República del Ecuador y Katya Cazar, Directora de la Fundación Bienal de Cuenca.