La sala El Águila, dentro del centro de exposiciones Sala Canal Isabel II, acoge hasta mediados de septiembre una selección fotográfica de Francesc Catalá-Roca, uno de los fotógrafos documentales de referencia del siglo pasado.
En el año en que se cumple el centenario de su nacimiento, PHotoEspaña y la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid han querido rendir homenaje al artista tarraconense, quien a través del objetivo de su cámara retrató a la sociedad del siglo XX, dejándonos como legado la posibilidad de comprender y entender la época en la que vivió.
Esta exposición, comisariada por Oliva María Rubio, dispone de 81 fotografías del autor, que proceden de los fondos del Archivo fotográfico del Col·legi d’Arquitectes de Catalunya. Este recorrido nos permite sumergirnos de lleno en la sociedad española que nacía tras la Guerra Civil, y adentrarnos en sus costumbres, su cultura y sus cambios. Porque son estos cambios una de las prioridades del fotógrafo a la hora de reflejar a la sociedad de la época, como señala la comisaria de la exposición: “… lo que hace Catalá-Roca es una especie de panorámica de aquello que ve, y sobre todo aquello que él piensa que se está transformando, que va a desaparecer. Él era absolutamente consciente de que en España iba a haber cambios que iban a configurar totalmente diferente las ciudades el país.”
Tanto en Barcelona como en Madrid desarrollo su trabajo el fotógrafo catalán, en unas fotografías en blanco y negro que reflejan el talento que tenía para contar una historia a través de sus instantáneas: “Era un hombre con una lucidez absoluta a la hora de fotografiar. Iba al encuentro, pero iba con todo su bagaje detrás. Él sabía lo que quería fotografiar y cómo quería fotografiarlo. Entonces, esa idea de no me pongo delante de una cosa y tiro fotos, sino hago una historia con ellas, tiene mucho que ver con esa forma de trabajar que él tenía y con esa preparación tanto técnica como intelectual”, explicaba Rubio.
Desde una visión distinta, de hecho, mostrando ya la transición del blanco y negro a la fotografía en color, la exposición también muestra una serie de fotografías tomadas en Nueva York a finales de los años ochenta. “El objetivo con estas fotografías de Nueva York era hacer un libro, que tenía planeado para entrado el siglo XXI, y que no llegó a hacerlo porque murió en 1998.”, explicaba la comisaria.
También recoge este recorrido por la obra de Catalá-Roca dos cortometrajes sobre Joan Miró, datados de 1970, en los que el fotógrafo catalán fue director de fotografía. “Él fue un entrañable amigo de Joan Miró, desde que lo conoció en el 1952, aproximadamente, o 1954, hasta que murió Miró. Era la única persona a la que Miró dejaba estar en su estudio mientras el trabajaba.”, narraba Rubio sobre la relación entra ambos artistas.
Tras haber trabajado con su padre, también fotógrafo, durante sus primeros años, a partir de los cincuenta Francesc Catalá-Roca comienza a buscar un estilo más personal, más centrado en esa fotografía humanista documental, y comienza a poner en práctica las técnicas que había ido aprendiendo para reflejar la España de la posguerra, y que queda grabada en dos libros publicados por la editorial Destino en 1954. Es a partir de los 70 cuando comienza su transición a la fotografía en color, que verá como un nuevo idioma dentro del mundo de la fotografía.
La exposición estará presente en la Sala Águila hasta el 18 de septiembre, y la entrada es gratuita.
Horarios:
Lunes a sábados: de 10:00-14:00 y de 16:00-20:00
Domingos y festivos: de 10:00-14:00
Cerrado: lunes de julio y agosto.
Información de: Comunidad de Madrid.
Fuente fotografías: © Francesc Català-Roca. Archivo fotográfico del Collegi d'Arquitectes de Catalunya
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