Es la segunda vez que Reiners Contemporary Art participa en Urvanity – actual UVNT- y están encantados. El proyecto que presentan bajo el nombre de Un mundo posible motiva a los visitantes de la feria que potencia el arte más emergente y contemporáneo. Sobre las particularidades de las piezas exhibidas Flor María Reiners nos comentó.
Cuéntanos, ¿con qué expectativa venís a esta edición de UVNT 2022?
Esta es la segunda vez que visitamos la feria, en la primera edición teníamos dos solo shows de Juan Miguel Quiñones y otro de Flavia Junqueira. Nos ha ido muy bien y nos han gustado mucho los contactos que hemos hecho, las nuevas instituciones que hemos conocido y el público tan joven.
Este año vinimos con el programa general de la galería: dos fotógrafas, dos pintores y un escultor. Las expectativas son las mejores, hemos hecho un proyecto especial con una de nuestras artistas, Flavia Junqueira, que ha fotografiado dos espacios icónicos aquí en Madrid y enseñamos el resultado. Estamos muy contentos, las piezas impactaron y nuestro stand tuvo una propuesta que se llamó Un mundo posible con mucha fantasía, hiperrealismo…, cada artista con su posición, con su poética: son obras muy plásticas, muy bellas.
Para mí es una de las ferias más frescas que hay en la escena de Madrid y en verdad mi galería es bastante joven, estamos entrando ahora en el tercer año y pienso que es el espacio ideal para mí y para mis artistas.
¿Por qué esa apuesta por el hiperrealismo?
La verdad no es solo hiperrealismo, el hiperrealista es Frank Bauer, que tiene una relación directa con la luz de las obras de Caravaggio y Vermeer, poniendo en una escena contemporánea. Enseña aquí un poco sobre la historia del arte, dos grandes maestros interpretado por un artista contemporáneo.
Expusisteis también escultura, una obra con piedra, ¿por qué habéis decidido presentar esa obra?
La obra de Juan Miguel Quiñones habla de la infancia, de momentos felices. Las esculturas son pistolas de agua hechas con una selección de mármol y piedras semi preciosas muy exquisitas desde lapislázuli, malaquita, ónix. La técnica es muy seria, muy antigua, es la de la piedra dura: una técnica renacentista que dialoga directamente con una de las pinturas de Frank Bauer y todo el stand habla del pasado, de la fantasía, pero con un toque muy contemporáneo.
Los juguetes de Quiñones más los juguetes esculturas dialogan directamente con la pintura que son también un juguete de Fabio Baroli.
Vemos bastantes alusiones, por ejemplo, peonzas, una fotografía de una niña en la infancia, ¿por qué toda esta obra gira en torno a la infancia?
Sí, exactamente, esta propuesta habla de la memoria, de momentos felices, un momento cuando uno aún tenía una visión muy pura, cargada de fantasía que demuestra el barroco de Flavia en sus fotos, es un poco el mensaje del stand, el pasado hablando del presente de una manera fresca, bonita y contemporánea.
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