En medio del desespero mundial por los rebrotes de la pandemia, comenzó la feria de arte contemporáneo Estampa Madrid: el segundo evento con presencia física anunciada, con setenta galerías de arte en el mayor recinto ferial de Madrid, y una política de no contacto, control de entrada y colas desde el móvil, protocolos específicos del aire que se respira, pantallas indicando dónde y cómo avanzar, y cada quien ataviado con mascarilla sin válvula.
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Nuestro presidente en el Grupo Excelencias, José Carlos de Santiago, ha asistido en persona al Pabellón 6 de IFEMA y con sus propios ojos verifica que esta edición de la feria es parte de una gran apuesta por reactivar el mercado artístico español, con obras propuestas por más de mil artistas. Y que grupos de coleccionistas y empresarios –como posibles nuevos compradores– realizan visitas personalizadas por los recorridos de su interés, y con menor duración, pues pueden complementarlo en el entorno online del espacio web de Estampa.
Y es que sucede con una Barcelona estremecida aún por el resultado positivo de uno de los cinco mil espectadores que, a finales de marzo, pasó todas las pruebas antígenas y las medidas de distanciamiento físico, en lo que se promovió como el concierto de rock más seguro del mundo. Es cierto que el mar de gente agolpado con mascarillas en la sala de conciertos Palau de San Jordi es una imagen de una noche como si no existiera la pandemia, pero es solo una noche tras un año de enclaustramientos.
Inglaterra, por su parte, no cesa de anunciar que vacuna a toda su población y que miles de entradas están agotadas para conciertos del verano. En los Países Bajos, un pueblo de nombre Biddinghuizen se ha hecho famoso al permitir un concierto de mil quinientas personas, como una prueba para evaluar el riesgo de concentraciones: “dividían a las personas en tres grupos, y les equipaban a cada uno de ellos con dispositivos que controlaban sus contactos y movimientos”, en la esperanza de que sirviera para visitas de verano a teatros y salas musicales.
La verdad aplastante nos la recuerda hasta Wikipedia: en el planeta han muerto ya más de 2 870 000 seres humanos, en una de las pandemias más mortíferas de la civilización humana, justo cuando en los nobles laboratorios del mundo los científicos y médicos luchan por desarrollar doscientas vacunas contra la llamada pandemia del coronavirus. Cepa tras cepa y mutación tras mutación, en los candidatos vacunales no se descasa por cada fase de trabajo, pero la otra realidad es que ya superamos los 132 millones de contagiados en el planeta.
Casi como para reírse de nosotros, Bansky sigue disparando en las subastas de este año y más de Covid-19. Ocho de sus polémicas piezas de arte contemporáneo han cotizado en las subastas más de 43 millones. No digo más…