Un espectáculo tradicional de concurrencia multitudinaria
Cada 25 de julio, día de Santiago Apóstol patrón de la ciudad, Santiago de Cuba arriba a un aniversario más de haber sido fundada como Villa. Esta razón propicia se celebre durante varios días la fiesta popular más esperada por sus habitantes y la más importante de la ciudad: el Carnaval Santiaguero. Espectáculo tradicional, de concurrencia multitudinaria, donde se manifiesta y se disfruta la alegría, el ritmo y el sabor cubano.
Vea además: Tumba Francesa “La Caridad de Oriente”
El carnaval de Santiago de Cuba es reconocido por ser el más popular de todos los realizados en el país y su historia se remonta varios siglos atrás. Tiene sus orígenes en las celebraciones religiosas ligadas al santoral católico, donde las clases populares se organizaban para formar parte de las procesiones honrando a los santos con sus cantos y bailes.
Sobre sus influencias
La antigua fiesta de “Los Mamarrachos”, como también se le conoce, ha evolucionado hasta nuestros días, ampliado las zonas de verbenas y haciéndolas más coloridas y vistosas. Pero aún la influencia española puede verse, además, en las temáticas escogidas, en la decoración de las calles, en los adornos utilizados y en los paseos que durante el desfile compiten por obtener los primeros lugares.
En la música, está la influencia de los ritmos africanos, recreados en Cuba y Haití, al igual que los instrumentos de percusión utilizados cuyos compases musicales hacen vibrar y mover todo el cuerpo.
Conserva cualidades singulares que lo diferencian del resto de las festividades populares de la Isla y su contexto caribeño. Resalta, la participación de todos los santiagueros en la preparación y celebración que, con independencia de la edad, clase social, profesión o color, se vuelcan a las calles para manifestar su alegría.
Todas las artes al carnaval
En él se juntan varias manifestaciones artísticas como la música, el canto, la danza y el teatro, con la participación de comunidades enteras en comparsas, paseos y carrozas. Estas se vinculan a su vez, a los oficios de vestuaristas y costureros, diseñadores, coreógrafos, fabricantes y reparadores de instrumentos musicales, creadores de los muñecones, estandartes, pendones y adornos de carrozas, electricistas, pirotécnicos y otros grupos de técnicas y saberes heredados y transmitidos de generación en generación que son los que hacen posible la creación y resultado final de esta expresión cultural año tras año.
En esta experiencia festiva tradicional, también se pueden ver desfilando entre las comparsas, con todas sus galas y colores, a los grupos portadores del más antiguo acervo cultural intangible y de una fuerte tradición folclórica, como la Carabalí Olugo, Carabalí Izuama y la Tumba Francesa “La Caridad de Oriente”.
La imprescindible corneta china
Además de los tambores y campanas, la corneta china es el instrumento de viento, fundamental que distingue al carnaval de esta zona del país. La musicalidad de la misma es parte obligatoria e imprescindible de comparsas y paseos. Tiene su origen en la trompeta china, introducida en Cuba por los inmigrantes chinos durante la colonia, en el siglo XIX, hasta que llegó a convertirse en un instrumento trascendental de la música tradicional cubana. Tocarlo puede resultar difícil para la mayoría de los músicos y cada intérprete llega a distinguirse del otro por su habilidad al entonar con él, una melodía. Los investigadores afirman que su uso comenzó a popularizarse a partir de 1915, año en que fue tocada por primera vez en la comparsa del conocido barrio del Tivolí.
Su sonido particular encabeza y acompaña también a todas las Congas; manifestaciones más genuinas y populares del Carnaval. Por los barrios, calles principales y secundarias de la ciudad, anuncia su llegada, movilizando a todos los que la escuchan. Alterna con el coro de los músicos que interpretan de forma improvisada estribillos pequeños, de los dichos de moda, con picardía y espontaneidad, seguidos por una masa compacta de pueblo que los envuelve y viene “arrollando” a un compás arrollador incalculable, de ahí que sea el término utilizado para describir la forma de mover las caderas, arrastrar los pies y convidar a seguir a este único y contagioso ritmo musical.
Carnaval Santiaguero, Patrimonio Cultural de la Nación
Existen varias congas que representan al barrio donde fueron creadas, entre ellas están: Paso Franco, Los Guayabitos, San Agustín, Alto Pino, San Pedrito, pero la más reconocida de todas es la de Los Hoyos, por su sonido, popularidad y nivel de convocatoria. El fuerte sonido que emite la corneta china santiaguera, se ha convertido sin dudas, en un símbolo más de identidad de estos festejos carnavalescos.
El Museo del Carnaval de la ciudad, único de su tipo en Cuba, acoge en su recinto a la asociación Intérpretes de la corneta china, y es el encargado de velar por la salvaguardia de los conocimientos que posee dicha comunidad sobre este instrumento esencial del carnaval santiaguero. La visita al mismo, le permitirá, además, conocer aún más sobre la historia legendaria de estas fiestas tradicionales.
El Carnaval Santiaguero, considerado una fiesta popular cubana por excelencia, fuente de inspiración para el desarrollo de diversas expresiones del arte en todo el territorio nacional, entrelazada, de forma ineludible a importantes personalidades y momentos históricos de la patria, fue declarado, junto a todos los bienes que forman parte de esta expresión, el 21 de julio del 2015, Patrimonio Cultural de la Nación.
En el transcurso de sus más de 300 años, los carnavales han mantenido su vitalidad. Tener la posibilidad “Vivir el carnaval” ver congas y paseos, disfrutar la alegría contagiosa, el ritmo y el sabor cubano, los dejara con deseos de volver.
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