Conversación con la artista cubana radicada en la ciudad estadounidense de Atlanta, amante ferviente del jazz.
«Desde que tenía 6 años, cantar siempre ha sido mi pasión, lo que me ha inspirado. Me siento plena y las sensaciones que experimento son inigualables. Letra, música e interpretación alimentan el espíritu», confiesa la cantante cubana Jessy Díaz, desde Atlanta, Estados Unidos.
Aunque estudió percusión y musicología, el salto definitivo hacia el canto tuvo lugar hace poco tiempo.
«Desde que vivía en Miami cantaba como solista, pero el repertorio que interpretaba no era en realidad lo que deseaba. Los intereses no estaban enfocados en una selección exquisita, más bien, respondía a las exigencias del mercado», nos dice.
“Vivir de la música es difícil, pero no imposible”
A inicios de este fatídico 2020, Jessy Díaz decidió grabar su primer sencillo en inglés y empezó a reunirse con diversos músicos que tomaron en serio su proyecto. Reconoce que vivir de la música es difícil, no imposible y reunirse a ensayar en las condiciones actuales es casi una utopía, pero se logra.
«He hecho muy buenos amigos que se han entregado por completo a mi música, comparten mis sueños, y eso me motiva a seguir, a crecer musicalmente», asegura.
Actualmente, la matancera estudia un máster en Estudios del Jazz en la Universidad Estatal de Georgia, concentrado en el canto, “una necesidad espiritual, una deuda que tenía consigo misma”, revela. Desde que llegó a la capital de ese estado divide su poco tiempo entre la universidad, el trabajo con sus alumnos y la carrera que lleva como cantante.
Mucho le agradece a su manager Luis Mendoza, director general de Montuno Productions, agencia de artistas radicada en el Área de la Bahía de San Francisco; a su mamá Somaly Aldazábal (promoción audiovisual); Anaday Díaz, Giselle Garriga y Arianna Domínguez (Video, Fotografía y Tecnología); la musicóloga Yentsy Rangel (promoción y asesoramiento), entre otros.
«Siento que me conozco mejor, escucho música de todo tipo. Cuando termine la escuela quiero enfocarme en la promoción de mi carrera como solista, aprender más sobre el jazz americano, música cubana, latinoamericana e incorporar todo eso a mi interpretación.»
“Mis gustos han cambiado”
Seguidora de la exquisita Carmen McRae y Shirley Horn, Mel torme, Dinah Washington, Ella Fitzgerald, Anita O´Day, la cubana Elena Burke o el brasileño Chico Buarque, entre otros, Jessy intenta escuchar algo nuevo cada día.
«Es la música que siempre he amado. Mis gustos han cambiado mucho: el contacto con artistas diversos me ha hecho aprehender aun más este lenguaje. Me encanta platicar con personas conocedoras de la música latinoamericana y escucho sus sugerencias. Particularmente el diálogo con compositores es muy interesante, porque ellos evalúan la voz como un instrumento más y las peculiaridades del cantante. Todo ello me nutre a la hora de elegir una nueva canción», sostiene.
Los festivales de jazz constituyen la meta de Jessy Díaz, enfocada en realizar giras nacionales e internacionales, grabar con músicos cubanos y de diferentes latitudes.
«El jazz brinda un montón de posibilidades, ¡hay tanto por aprender!, que cualquier experiencia será muy provechosa», concluye.