El número 49 de la revista Arte por Excelencias fue presentado en el stand de publicaciones seriadas del complejo Morro-Cabaña como parte de la 29 Feria Internacional del Libro de La Habana, que este año rinde homenaje a Ana Cairo Ballester y Eugenio Hernández Espinosa, además de tener como país invitado a Vietnam.
Ante un numeroso público, Alexis Triana, editor jefe de esta publicación del Grupo Excelencias, que preside José Carlos de Santiago, destacó lo importante que es para todos los que realizan la revista el hecho de poder presentarla en el evento más importante de la cultura cubana. «Nos estamos acercando —apuntó— a la edición cincuenta. Pueden imaginarse lo que eso significa en este siglo y en este mundo, en que todos los días desaparecen revistas de arte, en que se encarece el papel, en un país en que hay que desafiar un real bloqueo. Por ello es un goce tremendo para nosotros realizarla».
El número 49 de Arte por Excelencias tiene como leitmotiv la polémica desatada por la exhibición en Art Basel Miami de una obra (Comediante) del artista Maurizio Cattelan consistente en un plátano pegado a una pared con una cinta adhesiva. Al decir de Miguel Ángel García Piñero en un artículo incluido en esta edición, el escándalo mediático generado por dicha provocación ha «vertido nitroglicerina pura sobre el orden capitalista. Sus procederes son sintomáticos del arte contemporáneo, donde el cinismo se ha convertido en un arma de doble filo».
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Isel Pérez, quien está a cargo de la edición digital de Arte por Excelencias, explicó cómo la revista se ha ido moviendo con los nuevos tiempos y, sin renunciar a la edición impresa, le da cada vez más importancia a su versión para los nuevos soportes que hoy imperan. «Su actualización permanente en las redes sociales —expuso— nos ha permitido incluso poder acercarnos a los organizadores de ferias y de cuanto evento de primer nivel se realiza en el mundo. En principio éramos nosotros los que pedíamos acudir, hoy son ellos los que nos llaman para que estemos. Se dice fácil, aparecen los artículos, es un trabajo de mucho tiempo, con muchas gestiones previas, pero es una gran dicha ver nuestro esfuerzo reflejado en otras latitudes».
Dos invitados especiales a la presentación fueron Erián Peña Pupo y Álvaro Castillo Granada. El primero es uno de los más activos colaboradores de la revista desde el oriente cubano, específicamente desde la ciudad de Holguín, y en el número 49 puede leerse su trabajo Un librero: Álvaro Castillo Granada, que realizara sobre la labor de Álvaro (Bucaramanga, Colombia, 1969) en la promoción de la literatura, y su estrecha relación con Cuba.
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Erián explicó que siempre ha tratado de encontrar «temas interesantes y curiosos que abran el diapasón hacia artistas y personalidades de otros países. No recuerdo cuándo Álvaro y yo nos conocimos ni cuándo nació nuestra amistad, pero él es un “cubanófilo” ciento por ciento y tiene una librería en Bogotá donde mantiene el oficio de librero, algo tan difícil en pleno siglo xxi». Álvaro «se defendió» con los siguientes argumentos: «No tenía planeado estar en esta mesa. Si no me mandan un mensaje diciéndome que se presentaba la revista, estaría buscándola por todas partes, preguntando dónde podría conseguir un ejemplar. Tengo 50 años, y de esos cincuenta he pasado veinticinco yendo y viniendo de Cuba, paso la tercera parte del año acá. Soy librero desde los 19 años, y una de las cosas que más me gusta en la vida es visitar librerías y conocer libreros. En Cuba he tenido el inmenso honor y privilegio de recorrerla para encontrarme con gente maravillosa que me ha brindado su amistad, su conocimiento, su amor y su generosidad».
En portada: (De der. a izq.) Isel Pérez, Alexis Triana, Álvaro Castillo y Erián Peña
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