Bajo presión, amplia muestra inaugurada en el Centro Provincial de Arte de Holguín, realiza un recorrido por parte de la obra gestada en las prensas del mítico Taller de Grabado de esa ciudad, como parte de las celebraciones por el 50 aniversario del mismo.
“La fundación del Taller de Grabado de Holguín, un 12 de noviembre de 1969, marcó el inicio de una tradición de arte que no existía en nuestro contexto hasta esa fecha. Con él, se abría una senda de trabajo que conocería sus mejores momentos en la década de 1980, con la realización del Taller ´84 y el Taller ´86, que convertirían a Holguín en una plaza fuerte del grabado a nivel nacional”, asegura el crítico y curador Martín Garrido.
Encontramos en Bajo presión–sin dudas una de las exposiciones más importantes del año en la ciudad, con curaduría y museografía del equipo de especialistas del Centro de Arte, dirigidos por Yuricel Moreno Zaldívar– obras donde se manifiesta el trabajo y la exploración conceptual y práctica en diferentes técnicas del grabado: la litografía, en piedra, la xilografía, en madera, y la linografía, en linóleo, en piezas de reconocidos creadores locales como Jorge Hidalgo, Nelson García Miranda, Daniel Santos, Eduardo Leyva, Ernesto Blanco Sanciprián, Freddy García Azze, Ramiro Ricardo, Leticia Leyva Azze, Ronald Guillén Campos… así como en jóvenes creadores y en artistas que, desde otras provincias del país, incluso naciones, encontraban en el Taller, un sitio seguro para la creación. Entre estos últimos encontramos obras del santiaguero Alberto Lezcay, los canadienses Christine Lynett, Susie Veroff y Tamiae Squibb y la mexicana Lucía Maya.
De Hidalgo se expone una pieza de colección: el primer grabado realizado en el Taller, para ilustrar la revista Jigüe, otro mito cultural de esos años que posibilitó la unión de la literatura y las artes visuales; también un antecedente del grabado en Holguín: la pieza La bailarina, xilografía realizada por Rafael Meláneo Aguilera en los años 50 del pasado siglo.
“Junto a sus fundadores –Nelson García, Julio Méndez, Roger Salas, Jorge Hidalgo, Alejandro Querejeta– y sobre sus huellas, se desarrollarían varias promociones de jóvenes creadores que ganarían, para orgullo del arte local, premios y reconocimientos dentro y fuera del país. Hoy, a medio siglo de su fundación, el Taller de Grabado de Holguín es ya una leyenda que palidece en el tiempo. El presente proyecto es, desde la institución, la expresión consiente de una voluntad encaminada a restaurar una memoria que merece perdurar”, añade Martín en un texto que integra la muestra expositiva.
Además, encontramos la obra de artistas como Alexis Proenza, Arsenio Labrada, Alberto Lezcay, Cristina Escalona, Isidro Ricardo, Julio Alarcón, Joaquín Jorge Tornés, Juan José Ricardo Peña, Javier Erid Díaz Zaldívar, María de los Ángeles Vidal, Manuel Arenal…
Todo ello –después de recorrer la muestra y apreciar la calidad y variedad de las piezas expuestas– nos permite comprobar por qué Holguín fue catalogada en su momento como la capital del grabado cubano, aun cuando otras ciudades contaban con talleres, como Santiago de Cuba y La Habana, con su conocido Taller Experimental de la Gráfica. Además, nos permite palpar el avance de esa disciplina artística en la obra de los jóvenes, muchos de ellos aún estudiantes de la Escuela Profesional de Artes Plásticas El Alba.
“No es menos cierto que el Taller de Grabado de Holguín ha sido un lugar donde ha trascurrido parte de la vida cultural del municipio, pues ha proyectado una importante labor dentro y fuera de la localidad a través de la práctica artística, la promoción y la colaboración en la docencia (…) Durante años el Taller ha sido para muchos, lugar imprescindible de reunión, de intercambio entre profesores y alumnos de la Escuela de Arte, así como sitio de confluencias de artistas y de promotores culturales”, escribe en las palabras del catálogo de la exposición el historiador del Arte, Ernesto Galbán Peramo.
En el propio Centro de Arte, como parte de la jornada 50 Taller, quedaron inauguradas además dos exposiciones de artistas relacionados al Taller: Ambos lados, del fundador Nelson García Miranda, y Que no le toquen la puerta que el chino está cocinando, homenaje póstumo a Emilio Chiang Fernández, quien fuera maestro impresor del Taller.
García Miranda es pintor y grabador, graduado de la Escuela Nacional de Instructores de Arte, en La Habana, en 1965. Durante años se desempeñó como profesor de grabado en la Escuela Profesional de Arte de Holguín. Por su parte,Chiang Fernández, recientemente fallecido, graduado también en 1965 como instructor de arte, realizó estudios especializados sobre técnicas litográficas en el habanero Taller Experimental de Gráfica.
“El hecho de que esta noche concluyan en un mismo lugar del universo varias exposiciones, representa una suerte de entrecruzamiento de técnicas, conceptos y hasta emociones. El poder hacer coincidir estas sugerentes muestras precisamente a los 50 años de la fundación del Taller de Grabado y en vísperas del 300 aniversario del pueblo de Holguín, resulta un júbilo colectivo”, añade Ernesto Galván en las palabras al catálogo.
Fotos: Wilker López