Ya es costumbre que, en el pabellón central, donde cada año se ubican los proyectos de arquitectura de Fiart, encontremos el universo ecológico del grupo creativo Rustivani. Y es que sus muebles rústicos son inconfundibles y hacen detenerse a todos los espectadores para apreciar ─quizás para muchos por primera vez─ la idea de un tronco de árbol como mesa, lámparas hechas de ramas o camas sostenidas por cuerdas que penden en una habitación.
Pues en esta nueva edición de la Feria este grupo pinareño, conformado hace 16 años, ha traído otra muestra diversa de su trabajo, para conocer los detalles sobre el trabajo que realizan conversamos con Geovanis Jiménez, artesano que da nombre al proyecto.
“Nuestro trabajo se basa en los muebles rústicos, principalmente en su estado natural, pues aprovechamos las gentilezas de la naturaleza. Por eso cada pieza es única. Utilizamos todo tipo de madera, buscamos contrastes de colores con la misma madera, pues no usamos colores ni barniz, solo cera. Nos hemos remontado a nuestros ancestros y por eso estudiamos mucho para saber cómo lo hacían los indios”.
Aunque su principal cliente es el sector turístico, Rustivani ya es un grupo reconocido por el público, pues también trabajan otras líneas más comerciales de diseño de muebles. No obstante, el toque de lo natural los ha llevado a grandes proyectos como la terminación de 72 habitaciones en Playa Girón; y actualmente se encuentran montando otras 19 en Guamá.
“Tratamos de que la mayor parte de nuestra materia prima sea nacional, trabajamos mucho el marabú, que es hasta este momento desechable, pero es muy dura y muy bella. Somos un total de 8 artistas, más el equipo de trabajadores que llevan a cabo los diseños. Se trata de un equipo multidisciplinar donde confluyen las ideas de diseñadores, artesanos, pintores, etc.”.
Como método de trabajo, Rustivani hace protagonista a la madera, y para ello acuden a los trabajos más curiosos en todas las ramas de la artesanía. Sobre eso nos comenta Dirys Ramírez, parte integrante del grupo:
“Incursionamos la decoración, tratamos de hacer el concepto de “llave en mano”, es decir; cuando nos entregan un local o una habitación lo transformamos completo, no solo con el mobiliario; sino con la iluminación, la decoración, con cuadros, pues tenemos artistas que también trabajan el acrílico. Todo según los deseos del cliente.
”Entonces estamos desarrollando lo que es la producción de cortinas, camas, cojines. Los textiles los trabajamos con la producción nacional, pero le incluimos nuestros toques de fibra de bambú o cañabrava. Las lámparas son de fibra de madera tejida”.
Mesas, estantes, sillas, barras de bar, columpios, sofás, artículos de decoración… nada escapa a la imaginación de Rustivani. Con una fuerte mezcla de las tendencias internacionales de diseño interior, arraigada a una tradición artesanal como la cubana; estos artistas van de a poco colocándose en las impresiones y los recuerdos de un público que cada año fideliza esta feria, donde el arte y la originalidad hacen espacio para proyectos de esta naturaleza.
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