Conversar con Víctor Galán en la feria Estampa, es como viajar al origen de este evento. De sus experiencias en el oficio y su taller Obra Gráfica Original nos comenta en exclusiva para Arte por Excelencias.
Víctor, eres uno de los expositores de obra gráfica más antiguos de este evento que al surgir se dedicaba exclusivamente al coleccionismo y a la estampación, ¿cómo recuerdas la feria Estampa en sus inicios?
Lo que se exhibe en la feria Estampa de ahora no tiene nada que ver con el evento que comenzó hace años. Lo único que guarda es el nombre, pero la identidad se ha perdido por completo. Ahora es más fotografía, dibujo, pintura, escultura, pero la gráfica tiende a desaparecer en estos eventos. Es raro que todavía me dejen a mí traer todo un stand lleno de gráfica que no pierde el carácter primitivo de lo que era la feria.
¿Cuántos metros tienes de stand?
45 metros
¿Qué obras son las más peculiares o las más importantes que traes?
Ha habido un deterioro de todo lo que es la obra gráfica. Con la crisis, se han venido abajo talleres, incluso las escuelas de artes y oficios y ya prácticamente nadie hace lo de estampación. Luego, otros medios mucho más modernos vienen a sustituir el grabado tradicional, el aguafuerte, el aguatinta, la punta seca y entran a formar parte de este evento de grafismo las cuestiones digitales.
En la serigrafía se avanzó bastante en que antes eran las pantallas y de forma manual dabas con la claqueta y corrías las tintas. Ahora son máquinas que te funcionan directamente. Todo lo del aguafuerte, el aguatinta te viene a sustituir ese trabajo por medio de los polímeros. Eso sí, hace falta mucha técnica para conseguir un buen grabado y un polímero.
Yo siempre he utilizado las planchas normales de zinc – cobre. Ahora se emplea el polímero y también un fotolito para ampliarlo. Eso sí, continúas usando la mano del estampador.
¿La obra que traes a qué precio puede encontrarla una persona aquí?
Son cosas de cerca de 10 mil euros.
Veo que tienes un Miró…
Sí pero Miró es bastante más barato. Ese Miró es grabado pero es pequeño. Hay Mirós de 15 mil euros, de 25 mil euros, no es el caso de lo que he traído yo aquí.
Hay un Picasso, ese sí de 15 mil euros y lo más barato es un aguafuerte de una chica japonesa que imparte clases en la universidad de Salamanca, de 400 euros.
¿Y cuántas obras has traído?
Yo traigo bastantes obras y muy diversas. Tengo como 57 en concreto.
No está mal. ¿Cuánto tiempo llevas en esta profesión?
Desde el año 77
¿Y cómo has visto la evolución en la calle no en la feria?
Antes se hacía mucho coleccionismo. Tal como han cambiado los tiempos, ha cambiado también para la gráfica. Existía ese afán de coleccionismo y existía mucho libro. Los libros han desaparecido. Se hacían libros grandes, los edificios o las casas suelen ser más pequeñas y entonces también eso ha tendido a desaparecer o a reducirse de tamaño.
En esa época había mucho coleccionista. El coleccionista con los años ha muerto y reciben las herencias pero el hijo no tiene que tener el gusto que ha tenido el padre. Entonces se trata de deshacer del producto. ¿Qué pasa? Te van a casa de subastas y en lo de subasta hay tanto producto al final que los precios que tenían antes en cantidad y calidad de obra se ha venido para abajo y es más barato que hace 30 años incluso.
Sin embargo, que un evento como este, que sigue siendo el único evento de España grande que da la posibilidad de exponer ahora se ha conseguido más calidad…
Se edita menos. La calidad es distinta porque hay nuevas formas de hacer como hemos comentado antes. Lo que sí hay es un mercado de segunda mano mucho más potente, pero el mercado de segunda mano casi te viene de fuera.
¿Cuál sería el país que más demanda tiene?
Los Estados Unidos, tienen un poder adquisitivo grande. Los artistas están siempre subiendo, sobre todo Lichtenstein, todo Warhol. El pop art es cada año el más caro. También alemanes, ingleses que son potencialmente más fuertes. En España sin embargo es un mercado que muchos nombres…
¿O sea que habría que irse a exponer a Estados Unidos y llevar una parte de este evento a ese país para potenciar el precio?
No, en Estados Unidos seguramente nombres españoles tienen solo cuatro o cinco.
¿Un Barceló tendría valor allí?
Barceló todavía es de los que tiene prestancia.
¿Un Miró, un Dalí?
Por supuesto. Miró, Picasso en todas las puertas. Dalí incluso está más valorado que aquí.
Pues te agradezco mucho esta explicación tan amplia que nos has dado sobre el coleccionismo y sobre esta actividad y te deseo suerte para el año que viene.
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