Pink Cadillac o El Cadillac Rosa es un "road- movie" con Clint Eastwood y Bernadette Peters, una suerte de remix de estilos, cuyo mayor valor es el clásico Cadillac SRX rosado de 1958. Pero esta historia tiene otra detrás.
En una ensalada fílmica hecha por Buddy Van Horn con la receta de John Eskow, Clint Eastwood y Bernadette Peters tratan de aderezarla con las escenas de comedia, chorros de thriller y gotas de drama social. Rodada en 1989, tuvo muy pocos consumidores (costó 19 millones y solo recaudó 12) además de recibir pésimas críticas.
La película cuenta la historia de Tommy Nowak (Clint Eastwood), hombre solitario que se gana la vida como una especie de caza-recompensas de hoy día, dedicado a capturar a deudores morosos. Cierto día acepta, aunque no de muy buen grado, el encargo de buscar a una mujer: Lou Ann McGuinn (Bernadette Peters), condenada por posesión de dinero falso.
Tras pagar su fianza, Lou Ann huye en el Cadillac de color rosado de su estúpido marido y ahí comienza la acción. Porque resulta que dentro del Cadillac rosa hay escondidos 250 000 dólares que Lou Ann piensa que son falsos, pero no es así ¡son buenos!. Y lo peor, ese dinero es de un grupo terrorista de ultra-derecha que no desea perderlo.
No les voy a decir quién es el protagonista de esta película, perseguido con saña por la policía, los terroristas y demás: El Cadillac rosa. De esta forma quedó para la Historia del Cine, uno de esos filmes icónicos dedicados a un automóvil determinado, con su marca e, incluso, el color: El Cadillac rosa. Y créanme, eso no abunda.
La otra historia es real, ocurre antes. Es la de Mary Kay Ash (1918-2001), una mujer que fue vendedora de 1939 a 1960 con mucho éxito. Se retiró en 1963 para fundar Mary Kay Cosmetics Inc. El Cadillac rosa era el premio que daba su compañía a las comerciales que lograba récord de ventas. Su lema: “elogien a la gente de éxito”.
El primer Cadillac rosa lo compró a un concesionario de Dallas, Texas, en 1967. Mary y su esposo Mel tenían otro auto que habían pintado de color rosa porque ‘hacía juego con la sombra de rubor compacto que llevaba en los cosméticos’. Ese auto fue símbolo de su compañía. En 1969, ya había comprado 1 970 Cadillac Sedan DeVille, como incentivo, para los más exitosos ‘networkers’.
Según datos, la compañía Mary Kay ha comprado unos de 100 mil autos, la mayoría Cadillac. En China los Cadillac rosa han causado impacto, aunque también hay BMW, Chevrolet y Ford Mustang en USA; Europa, Mercedes-Benz; Brasil, Honda Civic; Rusia, Ford Mondeo; Australia, Opel. Sí, todos son de color rosa.