No podía haber mejor bienvenida a los espectadores en este ARTBO 2018, que la del maestro venezolano, uno de los más importantes representantes del arte Cinético a nivel internacional: Carlos Cruz-Diez (Caracas, Venezuela, 1925). Con su investigación en este campo aportó al arte nuevas formas de conocimiento acerca del fenómeno del color, ampliando de esta manera su mundo perceptivo…
No por azar ocupa este lugar de honor en la importante Feria de Arte ARTBO, que hoy cierra sus puertas en el recinto ferial de Corferias, que durante cinco días ha sido el centro de las miradas en esta hermosa ciudad rodeada de montañas, y de Arte.
Transcromia (1967-2017) se titula la enigmática y atractiva pieza que saluda a los visitantes de ARTBO 2018. Resulta una instalación realizada/pensada especialmente para este espacio, y que llega aquí como prolongación de la galería RGR+Art (Ciudad de México), que representa al creador aquí, y que forma parte de la sección Sitio. Una incursión por la obra de arte que ocupa un enorme espacio de la entrada, nos deja ver una serie de láminas de color, que al reunirse construyen una suerte de laberinto que da cuenta del comportamiento del color por sustracción.
Graduado de la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas, en 1940, en su ciudad natal, su amor por las tonalidades apareció desde el mismo momento que su padre construyó una fábrica de botellas, donde el artista pudo descubrir el reflejo de la luz y el color, que le regalaban los rayos solares que allí traspasaban y se posaban sobre los vidrios armando un arcoiris que le encandiló la mirada. Desde ese momento no lo abandonó jamás.
Para el maestro venezolano, quien en Cuba sembró una obra escultórica, compuesta de tres piezas, en forma de semi arcos, frente a la Escuela de Letras, de la Universidad de La Habana, hacia 1995, el color resulta una unidad autónoma que se desarrolla en tiempo y espacio real, sin ninguna necesidad de ayuda de la forma o el soporte. Su labor, a lo largo de toda su vida abarca ocho investigaciones: Color adicionado, Fisiocromo, Inducción cromática, Cromo interferencia, Transcomia (de la que forma parte la pieza de ARTBO), Cromo saturación, Cromoscopio y Color en el espacio. Y es que las reflexiones plásticas del maestro Cruz-Diez han cambiado las nociones sobre el color en el arte. Sus investigaciones tienen origen en lo que él ha denominado “soportes para acontecimientos cromáticos”. Pues, como suele decir el célebre creador: “Por mi trayectoria cromática intento evidenciar el color como una situación efímera, como una realidad autónoma en continua mutación. Es una realidad, porque los acontecimientos tienen lugar en el espacio y en tiempo real, sin pasado ni futuro, en un presente perpetuo”.
En esta pieza que “ondea” en el aire en ARTBO 2018, integrada por láminas transparentes rojas, amarillas, moradas, azules, verde, naranjas…, vuelve a proponer la fragmentación del plano, utiliza módulos de acontecimientos cromáticos (series de líneas en riguroso orden programado) para evidenciar sus postulados teóricos acerca del color. Ahora, los participantes en la Feria se introducen en ese laberinto propuesto por el maestro, quien ha centrado sus investigaciones en el tiempo, en esa disociación del binomio forma-color, proponiendo liberar el color, de la forma.
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