Como parte del programa de la Fiesta de la Cubanía, que se realiza en Bayamo como homenaje al ciento cincuenta aniversario del inicio de las guerras independentistas cubanas y del Himno Nacional compuesto por Perucho Figueredo, fue realizada en el cine Céspedes la presentación de los volúmenes Aventuras de Juan Quin Quin. Guion de Julio García Espinosa (Ediciones Icaic, 2014) y Vivir bajo la lluvia (Julio García Espinosa, Ediciones Icaic, 2016).
Dolores Calviño, actual vicedirectora de la Cinemateca de Cuba, quien durante cuarenta años acompañó en vida a García Espinosa (1926-2016), fue la compiladora del segundo de los libros mencionados y tuvo a su cargo la presentación que precedió a la exhibición del filme de Julio, que junto a Memorias del subdesarrollo, de Tomás Gutiérrez Alea, y Lucía, de Humberto Solás, constituyen clásicos del cine cubano, los tres coincidentemente filmados hace cincuenta años.
El filme Las aventuras de Juan Quin Quin tiene su basamento en la obra literaria Juan Quin Quin en Pueblo Mocho, del escritor, pintor y etnólogo cubano Samuel Feijóo (1914-1992), considerada un clásico de la literatura humorística cubana. Veamos lo que nos dice Francisco López Sacha en el prólogo de esta entrega de Ediciones Icaic: «Desde el guion —cuyo diseño es inmejorable— su autor nos propone otra estructura, otra composición del asunto y el tema. En lugar de seguir la partitura habitual del modelo dramático (presentación, nudo y desenlace), la escritura nos compromete con una dualidad, con un contraste o bisagra entre la historia personal de un buscavidas en los pueblos del campo cubano y su transformación en revolucionario. En realidad, el guion reivindica la referencia novelada, pero de otra manera».
El también realizador cinematográfico Manuel Pérez Paredes, al prologar Vivir bajo la lluvia, se refiere a la impronta de Julio García Espinosa como pedagógica, «a su obra como formador de dos generaciones de cineastas, su contribución incuestionable a que en el Icaic de sus primeras tres décadas surgiera un sostenido y auténtico movimiento artístico, razón de ser primordial de este organismo estatal».
Como bien dijo Lázaro Alderete, relacionista público de la Cinemateca de Cuba, nadie mejor que Lola Calviño para hablarnos bien de cerca de la figura de Julio García Espinosa:
«Soy de esa generación que rondaba los veinte años cuando Julio estaba terminando la posproducción de Aventuras de Juan Quin Quin. Era la época en que todos los jóvenes íbamos al cine más de una vez durante la semana de estudios. Bailar e ir al cine eran mis dos pasiones. Así llegué al cine italiano, al francés y, sobre todo, al cubano. Entonces Juan Quin Quin me impresionó sin saber exactamente si era por el impacto de su estructura dramática o porque me encontraba con más de un actor de aquellos que formaban parte de nuestro cotidiano desde la salida de la secundaria básica Rubén Martínez Villena, que se encontraba a una cuadra de la puerta de la televisión cubana. Desde luego que entonces no pasaba por mi cabeza conocer al director de aquella película y muchísimo menos que llegaría a estar más de cuarenta años casada con él.
»(…) Julio siempre ha dicho que Juan Quin Quin fue verdaderamente su primera película, por ser el resultado de cómo él quería hacer cine. La aventura que muestra este libro no es solamente memoria histórica de los que entonces realizaron la película: es también la gratificación de los que después se acercaron a ella.
»(…) Ahora llegamos a Bayamo, tierra histórica de todos los cubanos, cumpliendo cincuenta años del estreno en Cuba de Aventuras de Juan Quin Quin. Quiero confesar que es muy difícil para mí hablarles hoy de esta película de la cual se han escrito tan importantes textos, tanto en Cuba como en el extranjero, unido todo esto al resultado teórico que generó la película de su director. Me refiero, por supuesto, del manifiesto Por un cine imperfecto, y al hecho no menos importante de que Aventuras de Juan Quin Quin ha sido la película más taquillera del cine cubano en su propio país.
»(…) No puedo terminar sin dejar de comparar la realidad de aquellos años, el momento vivido por los entonces noveles cineastas cubanos y este momento en el cine y en la Cuba actual, y cito directamente a Julio: “Creo que el cine seguirá avanzando a base de ruptura, como la vida seguirá avanzando a base de ruptura, como la sociedad seguirá avanzando a base de ruptura, y tal vez lo mejor que pudiera hacer una película es fomentar el espíritu de cambio en el espectador”».
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