El objetivo del proyecto es dotar de unión a sus vecinos a través del arte y la cultura.
Tras haber intervenido en lugares de todo el mundo, especialmente en barrios deprimidos o con entramado social complicado (como el Barrio del Chorrillo en Panamá, o Vila Brasilândia, una de las favelas de la periferia de Sao Paulo, Brasil) ahora el colectivo artístico Boa Mistura lleva a cabo un proyecto en la ciudad que les ha visto nacer y en la que desarrollaron sus primeros trabajos artísticos, la mayoría de ellos en la calle: una intervención artística a lo largo de los 16 kilómetros que conforman la Cañada Real.
En los años 50 comenzó a formalizarse lo que a día de hoy se convertiría en el asentamiento irregular más grande de Europa: La Cañada Real Galiana. 16 kms de historias diferentes con una misma realidad: la de 7.600 personas de 17 nacionalidades distintas que tratan de salir adelante dentro de un territorio de contrastes, estigmatizado por el resto de la sociedad.
Este proyecto artístico nace con el objetivo de dar voz y visibilidad a esta ciudad lineal autoconstruida que vive a la sombra del resto de la Comunidad de Madrid, haciendo visible la situación en la que viven miles de personas en la actualidad y eliminando estigmas sociales.
A través de un recorrido cromático, Boa Mistura plantea un proyecto de acupuntura en el espacio público que cose la Cañada con los versos que componen la canción “El alma no tiene color” de Antonio Remache, pintando de manera cronológica y lineal diferentes fachadas desde el primer hasta el último sector. La letra de la canción refleja los ideales que los vecinos de La Cañada quieren proyectar hacia el mundo: alma, tierra, rabia, corazón... hablan sobre la identidad de este lugar.
Dicho proyecto se desarrollará hasta el 13 de julio con la ayuda de los vecinos de la zona que participarán, no solo prestando sus fachadas, sino pintando ellos mismos junto a los artistas madrileños.
“La participación es el elemento principal que articula el proyecto. De este modo, las personas que viven en la Cañada Real se convierten en partes fundamentales de la obra y se sienten capaces y orgullosos de mejorar las condiciones de su entorno”, afirma uno de los integrantes de Boa Mistura.
El arte como herramienta de cambio es la premisa desde la que trabaja el colectivo Boa Mistura, que siempre ha llevado a cabo sus intervenciones en el espacio público, utilizando la pintura como elemento dinamizador y transversal, con el objetivo de generar una red de vecinos que se conozca y colaboren para mejorar su entorno, generando así una comunidad más unida.
La Cañada Real: una amalgama de nacionalidades
La Cañada Real Galiana es una de las nueve vías pecuarias más importantes que atraviesan la Península Ibérica, las cuales tenían como función permitir el paso de ganado entre las zonas donde tradicionalmente se realizaba el pastoreo. A partir de los años 50 el declive que sufrieron estas vías y su proximidad a Madrid, facilitó la ocupación de los terrenos públicos por diversas poblaciones: inmigrantes rurales que llegaban a la ciudad en busca de empleo, residentes de Madrid que no pueden vivir en Madrid u optan por una segunda residencia en Cañada, españoles de etnia gitana, inmigrantes -principalmente de Marruecos y Rumanía (muchos de ellos de etnia gitana también)- y poblaciones procedentes de núcleos chabolistas desmantelados.
Todas esas oleadas fueron conformando, a su paso por los municipios de Coslada, Rivas y Getafe, una verdadera ciudad lineal, no planificada, compuesta de edificaciones de diversa índole y una acusada heterogeneidad socioeconómica y cultural a lo largo de seis sectores. A pesar de sus diferencias todos ellos tienen algo en común: sufren el estigma de vivir en la Cañada Real.
El proyecto, producido por Boa Mistura, cuenta con el apoyo de Intervención Comunitaria Intercultural (ICI) Cañada Real, Fundación La Caixa, Trivergencia y Pinturas PPG.
Sobre Boa Mistura
Este equipo multidisciplinar con raíces en el graffiti nace a finales de 2001 en Madrid. Su trabajo se desarrolla principalmente en el espacio público con proyectos en Sudáfrica, Brasil, México, EE.UU., Georgia, Argelia, Noruega, Reino Unido, Serbia, Colombia, Cuba, Kenia, Chile, Panamá o Madrid. Sus integrantes, entre los que se encuentran un arquitecto, dos Licenciados en Bellas Artes y un Licenciado en Publicidad, entienden su trabajo como una herramienta para transformar la calle y crear vínculos entre las personas.