Por Jorge Fernández Era
La Galería Yusto/Giner es un espacio creado donde a muy pocos se les hubiera ocurrido hacerlo: en un polígono industrial. Hoy es un centro de referencia del arte contemporáneo nacional e internacional en Marbella, Málaga, y su existencia se le debe a quienes lo fundaron y le dan nombre: Juan Pablo Yusto y Graciela Giner. Ellos han contado que un espacio como el que poseen hubiera sido imposible encontrarlo en el centro de la ciudad, mucho menos con el puntal de su techo, que permite instalaciones y estructuras que no podrían colocarse en otro sitio.
Arte por Excelencias encuentra a Pablo Yusto sentado como uno más a la vera de su stand en Zona Maco, que justamente tiene el puntal por él preferido. No hubiera imaginado este periodista que ese señor tan campechano que me recibe y contesta de buena gana cada una de mis preguntas es el mismo que hace seis años fundó la galería que hoy asiste por primera vez a una de las más importantes citas del arte contemporáneo mundial con el mismo buen ojo que dice tener para escoger a los artistas que representa.
«Como ves, hemos traído dos artistas jóvenes, ambas nacidas en 1984 y con proyectos distintos. El que tenemos de Beatriz Ros es conceptual, se basa en la mitología griega, concretamente en la metamorfosis de Ovidio. Su obra es una hoja del laurel colgada del techo, con una corona de las que le ponen a los que ganan en las carreras; tiene colgadas unas cintas rojas con unas letras y otra instalación con una cinta de diez metros que termina también con una hoja de laurel en punta de flecha».
Ana Barriga es la otra artista que nos propone Yusto-Giner. No es ninguna desconocida, se hizo ganadora en el 2016 del Premio Internacional de Pintura que concede la Fundación Focus. El jurado, al fundamentar su lauro, recalcó «la calidad pictórica de la obra galardonada, Viva el vino, así como la excelente composición, un trabajo decidido en el color y una puesta de pintura al mismo tiempo directa y sensual».
Viva el vino la tenemos frente a nosotros, y Yusto me la señala: «Es completamente pop, yo diría que un pop radical. Ella recoge objetos de desecho, los limpia, los estudia, los lleva a colegios de pago, y cuando ya los tiene perfectamente educados y listos para salir a la sociedad, viene alguien y pintarrajea los cuadros. De ella hicimos una exposición en septiembre pasado y lo vendimos prácticamente todo. Lo que nos quedó fue que no lo quisimos vender, queríamos traer obras para poder tener el stand con algo, no hay más. Precisamente ayer, en el ABC Cultural, se le preguntaba a Ana por su manera de ver el arte y le pedían se definiera en dos palabras. ¿Sabes lo que dijo?: “Tengo poderes”».
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