Por Jorge Fernández Era
La insistencia desde La Habana era mucha, como grandes eran mis dudas de que pudiera hacerlo. Entrevistar a Gary Nader en plena Feria Zona Maco, por la que pasan a diario cientos de periodistas de la prensa mexicana e internacional, se me hacía utópico. Pero el stand de Arte por Excelencias tiene una posición privilegiada, y me sorprendió ver a Gary entrar «sin escolta» a la sala D de Citibanamex.
Lo de la escolta es broma, pero en realidad la merece. Gary Nader es, hoy por hoy, el principal experto en arte contemporáneo latinoamericano. Su galería en Miami, la Gary Nader Fine Art, con más de cinco mil metros cuadrados de superficie, es una de las más grandes e importantes del mundo, y posee obras de Picasso, Basquiat, Botero, Chagall, Lam, Matta, Miró… Casi nada.
Recoger en un santiamén grabadora, cámara y revista, correr tras Gary antes de que lo «secuestraran» otros colegas y entrevistarlo a puro pasillo valió la pena, por lo menos para mi orgullo profesional. He aquí el resultado. Digan ustedes la última palabra.
En los últimos treinta años, Gary Nader se ha consolidado como el más importante experto en arte latinoamericano. ¿Qué posición le otorga a Zona Maco en el universo cultural de la región?
Zona Maco es la feria de arte más importante de América Latina, no solamente por lo que representa en arte de estos países, sino porque están participando las grandes galerías europeas y estadounidenses. Vine a la primera, después no asistimos por unos años, y hemos tenido un gran seguimiento. Recuerda que la proximidad de México a Estados Unidos es una gran ventaja: el mexicano está entendiendo que lo propio no es solamente coleccionar arte mexicano, sino hacer una colección más extensa.
Quiero felicitar a los organizadores, porque de verdad que la calidad este año es muy superior a la de años anteriores.
¿Con qué artistas se siente más a gusto: con los ya reconocidos o con los emergentes?
Yo personalmente no trabajo artistas emergentes. Los trabajé por treinta años, pero la galería se ha dedicado más a los maestros y a los que llamamos artistas de carrera media, artistas muy probados, que no son solo latinoamericanos. Ya los artistas emergentes no son nuestro modus operandi; muchas galerías lo hacen, pero nosotros no estamos en ese mercado.
En la Gary Nader Fine Art hay un inventario de artistas contemporáneos cubanos muy importantes como Garaicoa y Los Carpinteros, de los cuales tenemos obras también.
¿Le falta algo al arte contemporáneo cubano para posicionarse con más fuerza en los principales circuitos mundiales?
No le falta nada. Cuba va muy bien. Hay una oferta de artistas cubanos muy importantes, pero siempre hay campo para mejorar, y están saliendo algunos muy interesantes. Lo que pasa es que también la gente tiene que entender que este es un negocio muy difícil, y a través de los años uno se da cuenta de que entre el ochenta y el noventa por ciento de los artistas emergentes desaparecen, porque así es como se cura el mercado. No porque seas un artista trabajando en Cuba significa que seas bueno, como tampoco que trabajes en Polonia o trabajes en Estados Unidos.
Lo que le está haciendo mucho daño a los artistas cubanos es tratar de ponerlos en museos cuando todavía no están comprobados. La palabra museo conlleva llevar una carrera. Hoy día hay museos que exhiben, por el morbo «artista cubano», a cualquiera, y no eso no beneficia a nadie. Hay gente que se aprovecha de ellos y les dice: véndeme a tal precio y te voy a poner en un museo. Eso está mal, y de verdad se está haciendo.
Si tú pones en un museo a alguien que lleva dos o tres años trabajando: ¿qué incentivo le das? Hay que llegar allí después de ser un artista comprobado, por lo menos de carrera media, no artista emergente; estos no merecen estar en museos por muy buenos que sean. Muchos «grandes genios» han desaparecido, y ¿qué hacen los museos con artistas desaparecidos? La palabra museo se ha prostituido demasiado ya.
¿Qué le gustaría que se escribiera en el futuro sobre el proyecto Gary Nader Fine Art?
Lo que se viene escribiendo hace tiempo: somos gente muy comprometida con promover el arte latinoamericano a nivel mundial. El éxito que hemos tenido es el comprobante de nuestro trabajo. La gente nos sigue en las exposiciones, en las galerías, tenemos cinco mil clientes en todas las latitudes. El museo que estamos haciendo es el museo de arte latinoamericano más importante del mundo, porque tenemos la colección más importante del mundo. No lo decimos nosotros, lo dicen los críticos. Tenemos ciento ochenta artistas y más de mil quinientas obras, muy bien seleccionadas. No lo tenemos todo, no hay museo que lo tenga todo: nos faltan obras. Estamos más concentrados en arte moderno, hasta que abramos el museo permanente. Ahora lo tenemos itinerante, y empezaremos un programa de lecturas y enseñanza.
Estamos contentos con lo que se escribe de nosotros. El futuro sigue siendo muy brillante para Latinoamérica. El reconocimiento que se le da se lo merecía hace veinte años. Pero vamos llegando.
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