Misterpiro gana el Premio Street Art & Food Festival 2017

Madrid.- Misterpiro, artista placentino, con la obra “Taste”, ha resultado ganador de la II Edición del Street Art & Food Festival del Mercado de San Ildefonso de Madrid. En segundo y tercer puesto han quedado, respectivamente, el artista de Sevilla Lolo y el artista de Ourense Mon Devane.

El jurado que eligió a los ganadores estuvo formado por la actriz Ana Obregón, el pintor y ganador de la edición anterior Santiago Rodríguez del Hoyo, el director teatral y actor César Lucendo, el periodista experto en comunicación cultural Carlos Calero, la filóloga Teresa Jiménez Calvente, el chef Luis Arévalo, experto en cocina Nikkei, y el galerista Alejandro Carro.

En su decisión, el jurado valoró la calidad de la obra ganadora, su originalidad, su temática y la técnica empleada. Asimismo, destacó la capacidad de Misterpiro para recoger y dar respuesta a los múltiples desafíos planteados por el Festival y que sitúan a esta obra como una claro referente del arte urbano del siglo XXI.

“Taste”, elegido entre más de 300 propuestas de otros tantos artistas procedentes de toda España, está hecho en esmaltes acrílicos disueltos en agua simulando acuarela. Están mezcladas las técnicas de brochas con sprays. El título es “Taste”, donde se ve reflejado el movimiento de una persona probando algo. “Se puede ver el recorrido de izquierda a derecha cómo va perdiendo los sentidos de la vista y el olfato hasta que solo queda el gusto” declara Misterpiro.

El Festival

Street Art & Food Festival se celebró entre el  3 y el 27 del pasado mes de  julio y reunió a artistas y creadores de vanguardia de toda España. Se incorporaron a la iniciativa más de 300 artistas, entre los que se seleccionaron 12 finalistas, que ejecutaron sus obras  de  cara  al  público en el propio Mercado. Los tres más votados han sido premiados con 1.000, 800 y 500 euros respectivamente y todos tendrán su obra expuesta durante un año en la nueva Galería Vertical del Mercado de San Ildefonso.

La iniciativa Street Art & Food Festival, dirigida a jóvenes promesas de “street art” de toda España, tiene como objetivo promover la cultura urbana y cada año busca artistas que lleven el graffiti a su máxima expresión plástica, sin renunciar a la espontaneidad y frescura de un estilo que surgió en la calle y para la calle.

Las obras de Lolo y Mon Devane

Las figuras que cabalgan en sus seres voladores antropomorfos en la obra del sevillano Lolo, segundo finalista, no atienden a órdenes ni señales confusas. Se permiten el hecho de ser felices viajando juntas, situándose a una altura desde la cual divisan la línea de la tierra y todo lo que verdaderamente sucede. Es una alegoría a la armonía, en la que la naturaleza se hace presente y el ser humano es el encargado de polinizar la felicidad, tanto de una manera personal como colectiva. Siendo esa la  fórmula para trasmitir al mundo una visión de equilibrio, de respeto por la igualdad y la libertad de expresión. Nos recuerda que todos podemos volar a través de nuestros sueños y que tenemos un compromiso con la vida y con la naturaleza que nos rodea. 

La obra de Mon Devane, tercer finalista, presenta un rostro de estilo fotorrealismo en tonos monocromáticos turquesas, colores muy característicos de la obra de Mon Devane. Este rostro trata de reflejar una gran expresividad, introduciendo un elemento que la protagonista de la obra sujeta con sus manos. Este elemento es un rabo de pulpo, alimento muy tradicional en Galicia (el conocido pulpo “á feira” galego), y en especial Ourense, lugar del que procede el autor por lo que la obra tiene una reminiscencia gastronómica, a la vez que nos recuerda a fotografías del artista Salvador Dalí, buscando así un nexo de unión entre arte y gastronomía, obteniendo una imagen idónea para el Street Art & Food Festival 2017 del Mercado de San Ildefonso.

Sobre el Mercado de San Ildefonso

Con más de 700m2, distribuidos en tres plantas, este sofisticado espacio gastronómico, Primer Street Food Market de España, alberga 15 puestos temáticos con una estética 100% urbana, tres barras de servicio (una por planta), mesas altas corridas y dos terrazas. La principal está recubierta por una gradería de madera que traslada al visitante a cualquiera de las plazas que se pueden encontrar en el barrio de Malasaña. La segunda es un pequeño rincón lleno de vegetación que nos sitúa en un parquecillo urbano.

Este espacio gastronómico, cultural y social basa su oferta en una apuesta desarrollada por una nueva generación de profesionales reconocidos, que quieren acercar al público una manera diferente de entender la cocina española tradicional y moderna, con productos de altísima calidad, tanto para degustarlos in situ como para llevar a casa.

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