Por Jorge Fernández Era
Inmerso aún en las celebraciones por el aniversario 200 de la ciudad, Gibara acoge desde el 16 y hasta el 22 del presente mes otra edición del festival creado por el mítico cineasta Humberto Solás, quien más de una vez utilizó locaciones de este pueblo costero para plasmar en imágenes un universo creativo que representa buena parte de lo mejor de la identidad cinematográfica de la nación cubana.
Otra es la realidad desde que Humberto se empeñara en hacer de esta comunidad, durante algunos días, foco de atención del mundo de los sets y las cámaras, y del arte en general, y de convertir a sus habitantes en público y gestores de hechos artísticos diversos. Por eso su actual presidente, el actor y director Jorge Perogurría —el mismo de Fresa y chocolate— se ha empeñado en ampliar los horizontes de un evento que ya sobrepasa el estrecho marco de lo que puede considerarse un cine pobre, y lo ha lanzado a la publicidad con una nueva denominación: Festival Internacional de Cine de Gibara, que ha tenido la gentileza de invitar a un equipo completo de la revista Arte por Excelencia que a diario «pescará» para los lectores lo más importante que se mueva por debajo y por encima de las olas.
Sus organizadores, sin olvidar los presupuestos artísticos por los que luchó Solás para crearlo —no en balde el Premio Humberto Solás Cine en Construcción es el galardón más codiciado de la cita—, han reunido en torno a ellos a un conjunto de creadores de disímiles manifestaciones artísticas que defienden el arte revolucionario en el significado más cabal de la palabra, y que estarán por estos días entregando su talento ante el público gibareño. Y si no dígame qué festival en cualquier rincón del globo terráqueo no envidiaría la presencia de cantautores como Pablo Milanés, Pancho Céspedes, Kelvis Ochoa, Issac Delgado, David Torrens, David Blanco, Athanai y el español Alberto Alcalá, que sumados a los actores Imanol Arias, Victoria Abril —el Festival tiene como país invitado de honor a España— y Benicio del Toro, así como los cubanos Mario Balmaseda y Mario Limonta, a quienes se les hará un homenaje especial, harán de Gibara una nada desdeñable capital del arte mundial.
Exposiciones de artes plásticas, actuación de grupos de teatro y danza y, como es de suponer, la exhibición de los catorce largometrajes, doce cortos, y trece documentales que optarán por los Premios Lucía, además de varias muestras y presentaciones, completan el programa de un Festival que prestigia a una ciudad… y viceversa.