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ARTE Y TECNOLOGÍA
25August

ARTE Y TECNOLOGÍA

IMAL (Interactive Media Art Laboratory), de Bélgica, es una de las instituciones internacionales invitadas a la 9ª Bienal de Video y Artes Mediales, inaugurada el 20 de agosto (y vigente hasta el 13 de septiembre) en el Museo de Arte Contemporáneo, sede Quinta Normal, Santiago de Chile.

La noche de la inauguración de la 9ª BVAM hubo una larga lista de inscritos para entrar a “Salt Lake”, una de las instalaciones "estrellas" del evento, curada por IMAL. La propuesta de Tom Heene, Yacine Sebti y Charo Calvo es clave: interdisciplinaria e interactiva, sumerge al “espectador” en una experiencia que lo invita a participar, plena de estímulos sensoriales, emocionales, psicológicos y conceptuales, que incluso guardan reflexiones sobre la sociedad contemporánea. Son diez minutos de solitaria incertidumbre en medio de la sala oscura donde se desarrolla una suerte de “infierno medial”, y la pregunta acerca de los límites del arte se enciende nuevamente en el silencio último. La obra no es apta para niños, claustrofóbicos, ni enfermos cardíacos.

Acerca de los aportes de este centro de arte e investigación y sobre la experiencia del evento, conversamos con Yves Bernard y Tom Heene, director y artista miembro del directorio, respectivamente.
Tom Heene: Yo vengo del mundo del cine y del video. Son los otros los que dicen que soy artista. Soy más bien un “diseñador audiovisual”; un artesano que trabaja con cámaras, sonido e imagen, en el cruce de la tecnología con el cuerpo. A mí me interesa traspasar los límites de los nuevos medios. Hace 20 años me inserté también en el mundo del arte y hace cinco realizo obras colaborativas con Sebti, relacionándome también con la danza.

¿Cómo reflexiona sobre la tecnología este tipo de obras?
T.H.: Desde un trabajo interdisciplinario, al servicio de ideas y conceptos que se conectan tanto con el ámbito psicológico como social. La tecnología no se muestra, sino más bien el resultado: una experiencia inmersiva que impresiona más al que no conoce la técnica, que es bastante simple.

Ésta es una obra mostrada en varios festivales internacionales, ¿cuál ha sido generalmente la reacción de la gente? ¿Va más allá de la impresión?
T.H.: Ha sido positiva en general. Ha habido indiferencia e incluso reacciones fuertes. Pero de verdad logra ser toda una experiencia, mágica incluso y también narrativa, donde el visitante se sitúa en un escenario preciso. Van ocurriendo situaciones que también dependen del movimiento del cuerpo.

Yves Bernard, director de IMAL, tampoco proviene del mundo del arte, sino de la ciencia, el diseño multimedia y la investigación tecnológica, con una trayectoria de casi 30 años en Europa. Ambos se encuentran por primera vez en Chile. ¿Las obras traídas por IMAL (“Salt Lake” y “Jump”) son representativas de lo que se hace allá?
Yves Bernard: De lo que se hacía entre 2005 y 2006, cuando la interactividad era un concepto muy importante. Sin embargo, en ese momento el tema se concretó. Ahora está superado. Ahora se percibe una vuelta al origen, donde la tecnología está al servicio de temas contemporáneos y más complejos. El concepto cambió hacia algo más borroso y amplio. Los temas parten, por ejemplo, del uso del GPS, de la idea de la computación ubicua y de la fusión de dos mundos: Internet y la realidad. Incluso trabajando la posibilidad de generar obras de arte y tecnología como objetos de consumo. Sin miedo al mercado.

¿Cuál ha sido el aporte de IMAL a la escena de las artes mediales?
Y.B.: IMAL es una especie de sitio de encuentro desde diversas áreas, enfocado al arte interactivo. Creado en 1999 en Bruselas, está abierto además a trabajos en residencia, Workshops y exhibiciones. El planteamiento inicial fue abrir las puertas a los artistas para el aprendizaje de recursos tecnológicos y el desarrollo de nuevos conceptos. El esquema no es que descanse en otros para desarrollar sus propias ideas, sino que se conozcan las herramientas para experimentar más libremente y entender qué está haciendo.

¿Cuál es la impresión que les ha causado la 9ª BVAM?
T.H: Sorprende primero la cercanía con la cultura europea. La aproximación del arte con la tecnología es sencilla, menos sofisticada, pero son trabajos muy conceptuales. También me ha impresionado que estas propuestas se inserten en un Museo de Arte Contemporáneo, mostrándolas más integradas a la cultura moderna, con la posibilidad de abrirlas a más gente. En Europa las artes mediales suelen estar en lugares especializados.

Y.B: Antes, en Latinoamérica, sólo conocía el Festival de Video de São Paulo. Pero aquí la bienal está más abierta a los medios digitales. Veo harta gente joven experimentando. También, varios proyectos donde la utilización de la tecnología es algo básica. Trabajan con ideas más que con tecnología, sin problematizarla directamente. Se ve que no la conocen y no la entienden. Pero, sobre todo, me llama la atención descubrir mucho potencial; hay muy buenos conceptos en juego detrás de la experimentación.

Más información: http://www.bvam.cl/