MONTEVIDEO: La muestra Genealogías constructivas en el Museo Gurvich, confirma las influencias del maestro Joaquín Torres García en Sergio de Castro.
Sergio de Castro es uno de los pocos artistas argentinos que tuvo una experiencia de aprendizaje directa con Torres García (como Héctor Ragni y Antonio Pezzino), a quien conoció en 1941.
Desde ese momento no sólo pintó dentro de la línea constructiva sino que, mientras vivía en Buenos Aires, fue uno de los contactos del Taller Torres García con el medio artístico porteño.
Entre sus enseñanzas Torres García proponía un arte anónimo, colectivo y monumental. Esa idea Sergio de Castro la maduró en Europa y, con el paso de los años, se transformó en un especialista en vitrales. Hoy varias iglesias del mundo lucen sus trabajos, entre ellas, el Monasterio Benedictino de Caen, la Dietrich Bonhöeffer de Kirche, en Hamburgo, y la Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción de Romont, en Suiza.
Nacido en Buenos Aires –aunque hijo de españoles– estudió y trabajó en diferentes lugares del mundo. Hoy vive en París con sus 87 años, luego de haber logrado reconocimientos internacionales –entre los cuales está haber participado en 1959 en la Documenta II, de Kassel– y haber realizado obras monumentales en varios países.