El artista colombiano Santiago Ortiz, matemático e investigador en arte, ciencia y espacios de representación, es un raro tipo de autor. En centros de ciencia, Internet o museos, sus obras interactivas son un estudio calculado de la realidad, de fina presencia estética.
Es profesor de seminarios y talleres en España, Portugal y países de Latinoamérica. Ha sido parte del equipo de investigación y desarrollo de proyectos del MediaLab Madrid, y cofundador de la empresa y colectivo Bestiario [www.bestiario.org] donde dirige proyectos de investigación.
Invitado de la reciente 9na. Bienal de Video y Artes Mediales Chile 2009, sus obras Im y Love is patient captaron gran atención. En ambos trabajos, la interactividad y la imagen digital jugaban un rol especial (en la segunda participó la reconocida fotógrafa Kelly Castro). Detrás, había simulaciones y cálculos matemáticos complejos. El taller que dictó: “Creación con complejidad”, fue uno de los hitos del encuentro.
¿Qué conceptos de creación aplicaste en el taller?
Cuando hago talleres de creación no importa el formato, sino las estrategias, las tácticas; simular cosas a partir del trabajo con códigos; de programar códigos. Aquí la interrelación entre las partes es importante. Escribir con códigos es una idea que acerca a la ciencia de la complejidad. Interesa la interdisciplinariedad, el uso de distintas herramientas, la complejidad como sistema donde el comportamiento no se rige por reglas externas, por una jerarquía superior sino por reglas compuestas, complejas, individuales y relaciones. Hay distintas posibilidades de relaciones. Lo que ocurre a un individuo depende de los otros. Ocurre el fenómeno de emergencia, cosas no planteadas en el sistema. Desde un nivel narrativo hasta político social. La vida es el ejemplo más apabullante y monstruoso donde convergen energías, movimientos, moléculas. También los contextos sociales. Aquí la complejidad se da al relacionar cosas muy distintas, abriéndose a formas de irrupción y de auto-organización.
¿Cuándo cobra interés al espacio del arte tu trabajo?
Desde el año 2000 más o menos, cuando comienzo a publicar en Internet. No sabía que podía interesar, era un trabajo de arte y ciencia como ahora. Hay, por ejemplo, piezas interactivas que viven bien en Internet y afuera utilizan proyecciones y pantallas. Tengo un trabajo formal poderoso, que no es decoración ni adorno y donde todas las estructuras formales tienen una base en la información. Trabajo con tramas técnico-científicas y artístico-técnicas. Me encanta lo que esto produce en distintos espacios. Tiene opción de ser ciencia, herramienta o arte. Esas categorías no son necesarias para mí. No necesito generar identidad para presentar mis trabajos. Mi creación es difícil de cerrar en un formato. No es susceptible de ser adquirida como objeto; sí, como herramienta. Mis proyectos son espacios de relación entre información, entre lo lúdicro, lo artístico y el conocimiento.
Eres considerado en Latinoamérica un importante exponente del net art…
El net art tiene distintos usos y problemas. Para mí, es un concepto con el que no tengo relación. Un movimiento estético tecno-político de otra época. Según dicen generado en 1993, cuando Internet comienza a ser usado socialmente, y se convierte también en medio de exploración creativa. Desde un propio tinte político, involucrando una reacción a las tecnologías dominantes, relacionado al hacktivismo, a los movimientos de software libre, a toda una estética de interfaces caóticas y lenguajes destructivos. Yo trabajo con códigos e información, y publico en Internet, que es el medio ideal para hacer visible y distribuir mi trabajo. Es un canal de distribución ideal. En general son obras interactivas, colaborativas, donde Internet no implica una tendencia estética.
¿Cuál es tu opinión sobre la Bienal?
Hace años sabía de su existencia. Los artistas que trabajamos en esto nos conocemos. Me contactaron hace un tiempo viendo posibilidades de venir. Ahora que vivo en Argentina fue más fácil. Me interesó mucho. Me pareció muy diversa en cuanto a contenido y técnicas que se exploran.
¿Cómo ves la situación de las artes mediales en Latinoamérica?
La veo frágil. Es una aproximación a técnicas de producción. Un reflejo de lo que se hace en Europa, Estados Unidos y Asia. No representa el futuro del arte. Ni siquiera formas de arte. La técnica no define el arte. No defiendo el apelativo arte y tecnología. Me interesa que existan obras que difieran en formatos, que convivan en un mismo espacio. El formato es poco relevante. Pero casi nadie está de acuerdo conmigo. No estoy casado con el formato sino con las narrativas. Mis intereses no están puestos en la técnica, sino en escribir con códigos. Los códigos sirven para crear, y para representar la complejidad se avienen muy bien. Tomaron fuerza por la idea de simular estructuras que es lo más propicio para las emergencias (lo que surge o emerge determinado por el azar y por reglas individuales).