LA HABANA: El artista Eduardo Michaelsen y Rivery (Santiago de Cuba, 1920), residente en San Francisco, California, murió en fecha reciente.
Considerado un maestro del arte naif, Michaelsen se estableció en La Habana en 1939. Desde 1955 hasta 1972, trabajó como asistente técnico del Departamento de Restauración del Museo Nacional de Bellas Artes.
Los cuadros de Michaelsen, considerados crónicas del folklore y del humor cubano, se incluyeron en muestras individuales y colectivas de la Isla. En octubre de 1962 su obra formó parte de una muestra del Museo Nacional de Bellas Artes.
Ante la noticia de la muerte de Michaelsen, el escritor y presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, Miguel Barnet, dijo a La Jiribilla que Eduardo fue “un amigo entrañable que nunca se distanció de mí ni de sus buenos amigos en la Isla”, y destacó los valores de la obra pictórica del artista: “Sus cuadros revelan la riqueza del imaginario cubano, tanto de la vida rural como urbana, e ilustran mucho del cancionero nacional como El amor de mi bohío, La bella cubana y El son de la Ma’Teodora”.