Ojos para una ciudad

Un grupo profesional de teatro, integrado por doce actores, interviene la ciudad de Santiago de Cuba y ayuda a transformar  la realidad social

El Proyecto Ojos no es de estatuas vivientes, que se mueven cuando le echas una moneda. Nuestra propuesta de interacción, sea en el Encuentro Nacional de Teatro Callejero en Matanzas, en el carnaval de Surinam, en una televisora de Bahamas o en el Festival del Caribe, es una mezcla diferente de varias tendencias de la intervención pública, desde el body art, el teatro, la fotografía, la danza…

Tiene un sello particular porque las hibrida y las implica desde la manera de andar y caminar, así como la utilización de textiles, plásticos y cartonería, que no lo acerca a un muñeco de un paseo del carnaval, pero tampoco lo aleja de una estatua. La visual es distinta: nos lleva una hora como mínimo preparar a los artistas, porque lleva una pintura base corporal. Y como soy uno solo, tengo que utilizar lo abstracto de la pintura para buscar cierto vuelo, la degradación de los colores, utilizar otras técnicas para dar volumen a los cuerpos.

Utilizamos las propias acciones del estatismo: los ejercicios yoga para la meditación y la respiración; el inventarse historias de fabulación para recrearse con el público. Y la gente crea su propia fábula a partir de los personajes: un trovador puede ser El Guayabero, como pasó en la ciudad de Holguín, pero en Santiago de Cuba es Pepe Sánchez o Miguel Matamoros. Un policía de intenso azul que conduce a los niños, arcángeles negros…

Nacimos en el 2008, cuando era presidente de la Asociación Hermanos Saíz en Santiago de Cuba. Y se hacían unos gigantescos espectáculos en el parque Céspedes, por el fin de año y el triunfo de la Revolución. Tenían un despliegue visual enorme, y estaban todas las manifestaciones artísticas, grandes murales pictóricos, y a escena todos los músicos, poetas, hasta los investigadores. Y nos apasionó tanto que hoy somos un grupo profesional de teatro, integrado por doce actores y quien les habla, Alcides Carlos González Díaz, más conocido aquí y allá por el sobrenombre de Tití.

Ojos es un proyecto de la ciudad. Santiago es un medidor de lo popular, y salir de aquí al país y al mundo es nuestro gran reto, sin perder nuestra esencia.