Romerillo era un barrio habanero gris hasta que hace un año le llegaron los colores. La causa, según sus vecinos, es la creación del Kcho Estudio (Laboratorio para el Arte).
“Lo primero que hizo Alexis Leyva (Kcho) fue convertir los basureros en parques”, cuenta una vecina del lugar, “es la luz de este lugar”.
El Proyecto Comunitario de Utilidad Social ofrece habitualmente servicios sin fines de lucro de sala de video, biblioteca, galería, sala de navegación, etc.
En el contexto de la XII Bienal de La Habana el Estudio invitó a un grupo de artistas cubanos y extranjeros a hacer de todo el barrio una sala de exposiciones: el Museo Orgánico de Romerillo.
Desde el 22 de mayo es ese barrio un museo sin celadores, con guías espontáneos, con gente de pueblo que siente cercanos a los expositores.
Hoy son instalaciones artísticas, o portadoras de ellas, las casas de los vecinos, las paredes de los parques, las entrecalles y los supermercados.
Romerillo era un barrio gris, pero ahora es una de las más grandes galerías de La Habana.
Fuente: Cubadebate