arteBA: un regreso más internacional y más joven

Los números hablan por si solos: 450 artistas de 81 galerías provenientes de 18 países despliegan, desde el miércoles último y hasta hoy, sus obras en arteBA, considerada la más convocantes de las ferias de galerías de arte de la Argentina y un hito consolidado en el mundo cultural, que cada año convoca a más de 100.000 visitantes.

Y esta edición no será la excepción, ya que la expectativa de los organizadores es igualar el número de visitantes del año anterior, al tiempo que se muestran optimistas en torno al ritmo de ventas que se alcanzará al cierre de la feria este año, ya que uno de los objetivos centrales de la muestra es vincular a los artistas con los coleccionistas de arte tanto nacionales como del exterior.

Es en este renglón, precisamente, donde se vislumbran otras tendencias novedosas si se compara esta edición de la feria de arte contemporáneo con las anteriores. La más notoria es la aparición de un nuevo perfil del coleccionista, mucho más joven que el tradicional (de entre 30 y 45 años) e interesados en obras “chicas y de valor razonable”, según indicaron a este diario fuentes vinculadas al mercado del arte.

Hay otras características que distinguen a esta edición de las anteriores: una mayor presencia de expositores internacionales y un diseño diferente, con más espacio disponible y más apto para el paseo.

Según indicó a este diario Andreas Keller, director de arteBA, “arteBa es una feria de galerías de arte y la organizamos desde una ONG del mismo nombre, sin fines de lucro, cuyo objetivo es que los artistas vivan de su arte. Para eso se organiza un evento para galerías, que son los agentes del artista y se incentiva al público para que venga. La feria dura entre 5 y 6 días - en esta ocasión, empezó el miércoles y cierra este domingo (por hoy) y cada año reúne alrededor de 100.000 personas. Nuestro objetivo es reiterar es a convocatoria este año”.

Para tener una idea de lo que representa ese número, arteBA es hoy la feria de galerías de arte más importantes del país y una de las más concurridas del mundo. Y en los últimos años se consolidó como un clásico de la agenda cultural que algunos comparan con la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.

Uno de los datos salientes de esta edición es el crecimiento del número de expositores internacionales: de 81 galerías presentes, 20 son de otros países, destaca Keller, quien sin embargo subraya que ese dato debe enmarcarse en un mundo del arte cada vez más globalizado en el que un artista de determinado país puede exponer en una galería de otro distinto.

Si bien la feria es de arte contemporáneo, también se pueden encontrar expuestas obras de autores como Berni, Pettorutti o Xul Solar, que no están en esa categoría y sin embargo son muy buscados por el público.

Keller destaca que la feria funciona también como una ventana a las tendencias que se desarrollan en el mercado del arte y que contribuye a difundir y mejorar el nivel del coleccionismo.

En ese sentido, el dato que deja esta edición es la aparición de un nuevo coleccionista argentino, más joven - de entre 25 y 45 años - e interesado en invertir en arte.

“A esto contribuye que en la muestra hay obras de todo tipo de precios, se encuentran desde obras que se compran por algunos centenares de pesos a otras más costosas”, destaca Keller.

A la hora de analizar el movimiento de las ventas en el marco de la feria, Keller destaca que “aunque ese no es un tema de la ONG, sino que se maneja entre artistas y galeristas , se percibe una tendencia general que indica que se está vendiendo bien. Estamos de alguna manera sorprendidos por la cantidad de operaciones y somos optimistas, aunque no tenemos un estimativo de la cantidad de dinero que se mueven en esas operaciones.

Del mismo modo, también se detectan tendencias en lo que hace al publico, con una mayor presencia de jóvenes y también una división que marcan los días de la semana “generalmente los días laborables hay más visitas jóvenes y los fines de semana vienen más alas familias”, dice Keller.

Otro de los datos que deja esta edición en comparación con otras es un mayor protagonismo de la performance - que en paralelo celebra su primera bienal en el país -

RECORRIENDO LA FERIA

La muestra se despliega lo largo de los 18.000 metros cuadrados de los pabellones Azul y Verde del predio ferial de la Rural, donde es espacio de ventas, punto de encuentro y marco de debates para las 100.000 personas que transitan sus pasillos, entre galeristas, artistas, coleccionistas, directores de museo y personalidades de la cultura y amantes del arte.

Entre las galerías que exhiben este año en el sector principal se encuentran la uruguaya Sur, con obras de Antonio Berni, Pedro Figari, José Gurvich, Alfredo Hlito y Joaquín Torres García; Del Infinito con destacados exponentes de la experiencia lumino-cinética virtual, como Julio Le Parc, Luis Tomasello, Hugo Demarco y Martha Boto.

Por segundo año consecutivo, la galería Barro de La Boca está presente con obras de Marcelo Pombo, Nicanor Aráoz, una videoinstalación de Charly Nijensohn, Diego Bianchi (esculturas y objeto), Nicola Costantino (fotografía y objetos) y Matías Duville (dibujos e instalación).

La obra de Marta Minujin y Rogelio Polesello y en diversas galerías del sector principal hay piezas de David Lamelas, Xul Solar, Emilio Pettoruti, Pablo Accinelli, Jorge Macchi, Alberto Greco, Victor Grippo, Enio Iommi, Lidy Prati, León Ferrari y tantos más.

Uno de los espacios imperdibles es el Barrio Joven, el lugar más audaz y experimental, donde este año destacan propuestas como Bonita, que adquiere formato de galería de arte, el proyecto que funciona dentro del Hotel Bonito Buenos Aires, una convivencia entre el arte y la arquitectura; o Quimera con un solo project de Nacha Canvas.

También destaca “Time”, una instalación multimedia del cineasta uruguayo Martín Sastre -director de Miss Tacuarembó-, con la que se puede “donar” al observar la obra, y esa donación acumulada luego se convertirá en un “sponsoreo” a un artista emergente del Barrio Joven.

El espacio DIXIT (de obras museables), curado por la venezolana Julieta González exhibe, entre otras, obras del platense grupo Escombros y del artista de nuestra ciudad Luis Pazos; U-Turn Project Rooms es considerado el ámbito más internacional con curaduría del italiano Jacopo Crivelli Visconti; Solo Show Zurich, con proyectos individuales de seis artistas latinoamericanos, y curaduría a cargo del español Manuel Segade y Photobooth, que cuenta con la curadoría de Octavio Zaya bajo el lema “Mutiplicidad” completan la oferta de espacios imperdibles.

La feria fue inaugurada el último miércoles con la presencia de autoridades y personalidades de la cultura. Desde ese mismo mediodía comenzaron las compras institucionales dentro de la feria, como la que donó Citi a Malba: la instalación “El tesoro marginal de Mamablanca - Grupo de familia”, una pieza de 1980 de la artista platense Graciela Gutiérrez Marx (galería Document Art). “Es la primera pieza de arte correo que adquiere el Malba para su colección permanente”, contó la coordinadora de comunicación del museo, Guadalupe Requena.

Fuente: www.eldia.com