15 artistas de 10 países convivirá dos semanas con Julie Meretu en Villa Iris

La artista Julie Mehretu ha seleccionado a 15 artistas, procedentes de 10 países distintos, para participar en el Taller de Artes Plásticas de Villa Iris que impartirá del 29 de junio al 10 de julio en Santander.

La Fundación Botín ha recibido 114 solicitudes, procedentes de 27 países, para participar en este consolidado taller que, desde el año 1994, congrega en Santander a creadores de la talla de Juan Uslé, Gabriel Orozco, Julião Sarmento, Miroslaw Balka, Antoni Muntadas, Jannis Kounellis, Mona Hatoum, Paul Graham, Tacita Dean o Carlos Garaicoa.

Durante dos semanas 15 artistas procedentes de España, Chile, Italia, Francia, Brasil, Canadá, Estados Unidos, Irán y Portugal convivirán en esta ocasión con la artista africana y ahondarán en "cuestiones de responsabilidad, intuición y creación" y en la búsqueda de "propuestas alternativas e imaginativas" relacionadas con "la crisis mundial y la fragmentación del mundo que nos rodea".

"Un estado mundial de disfunción y crisis en el que las naciones se desintegran, los valores se debilitan y la cultura se destruye", según ha explicado Mehretu.

Los artistas seleccionados son: José Luis Ochoa (Santander, 1974), Maria Cruz Alarcón (Santiago de Chile, 1983), Ignacio Ardanaz (Pamplona, 1978), Nadia Barkate (Bilbao, 1980), Letizia Calori (Bolonia, Italia, 1986), Vincent Ceraudo (Fontanebleau, Francia, 1986), Sara Chang Yan (Lisboa, Portugal, 1982), Patricia Fernández Carcedo (Burgos, 1980), Ignacio García Sánchez (Madrid, 1987), Mark Igloliorte (Canadá, 1977), Violette Maillard (Burg la Reine, Francia, 1984), Jennifer Lauren Martin (Nueva Jersey, EE.UU, 1990), Mona Mohagheghi (Teherán, Irán, 1981), Lucas Odahara (Sao Paulo, Brasil, 1989) y Paulina Silva (Santiago de Chile, 1980).

Exposición

Los resultados del taller se expondrán en una muestra que podrá ser visitada en Villa Iris, del 11 al 31 de julio, en horario de 10.30 a 21.00 horas.

En sus pinturas de grandes dimensiones Julie Mehretu superpone capas de acontecimientos históricos, recuerdos, sensaciones y experiencias vitales. Un torbellino de impactos visuales que busca la armonía y que transmite de forma vigorosa, y con un magistral uso del color, la preocupación de la artista por su tiempo.