Este domingo 24 de mayo, con motivo de la celebración de la 12ª Bienal de La Habana, la Universidad de las Artes otorgó la condición Doctor Honoris Causa a los creadores Joseph Kosuth (EE.UU, 1945), Michelangelo Pistoletto (Italia, 1933), Daniel Buren (Francia, 1938) y Gabriel Orozco (México, 1962) por su revolucionario quehacer y su impronta en la obra de nuevas generaciones de artistas.
La Dra. Hortensia Peramo, a cargo de las palabras de elogio, rememoró el fructífero intercambio de experiencias, prácticas artísticas y concepciones que ha caracterizado desde sus comienzos a las Escuelas de Arte y el proceso artístico-pedagógico, abierto, en constante ebullición, que tiene lugar en sus aulas. “El crecimiento y enriquecimiento cualitativo de nuestra academia no es solamente obra nuestra”, puntualizó: “con nosotros han estado, durante estos años y hasta el presente, acompañándonos e interviniendo en nuestros talleres y galerías, espacios públicos y alternativos, sirviéndonos de guía, la obra transformadora, pionera y modélica de indiscutibles protagonistas del arte contemporáneo, como Daniel Buren, Joseph Kosuth, Michelangelo Pistoletto y Gabriel Orozco”.
“Si fuera a definirse con una palabra a Daniel Buren no podría existir otra mejor que la de provocador. Desde sus comienzos y a tono con los postulados de aquel histórico mayo del 68, el joven se salió del sistema institucionalizado de las galerías y sin autorización alguna esparció carteles y lienzos a rayas alrededor de París y sus estaciones de metro, en un gesto cargado de provocación”, relató la docente.
Sobre Michelangelo Pistoletto, Peramo puntualizó que el artista es uno de los principales representantes del arte pobre, “propuesta que destituyó los sofisticados y convencionales materiales conceptuados como artísticos para, en su lugar, echarle mano a otros hasta entonces excluidos”. Además, la Dra. hizo referencia al proyecto Ciudad del arte-fundación, pensada como “un experimento que conecta arte, ciencia y sociedad, lo que llamamos el Tercer Paraíso”; “¿su propósito?: unir artistas y gente común o de otros oficiosa a manera de colaboración creativa para intervenir espacios y juntos inspirar una transformación responsable de la sociedad”.
“El arte es, de hecho, la definición del arte”. “Con esta sentencia Joseph Kosuth dio otro gran paso para cambiar la creencia de que el arte es un objeto. Duchamp con los ready made había negado el proceso de producción del objeto artístico; Kosuth fue más radical cuando negó al objeto arte como forma o apariencia. En su lugar estableció la idea como el modo legítimo de existencia del arte y en 1969 expuso las bases de su teoría, estructurada desde los campos filosófico y lingüístico, en El arte después de la Filosofía, herramienta fundamental del conceptualismo”, recordó.
En este sentido, Peramo acotó que “consecuente con la idea y la práctica de la desmaterialización del objeto arte, las investigaciones de Kosuth son exploraciones sobre la realidad y la naturaleza del arte… los resultados son dispuestos en instalaciones textuales que el espectador ha de recorrer para apropiarse del sentido y la perspectiva con la cual fue concebido el texto, más que del texto mismo”.
“Orozco, hijo de su tiempo, formado durante los años 80 entre la prestigiosa Escuela Nacional de Artes Plásticas en Xochimilco y el Círculo de Bellas Artes de Madrid, se define como un incansable explorador de nuevos materiales, técnicas y lenguajes: el polvo que se acumula, el gusto por las cualidades del material que utiliza y el efecto que tiene el uso sobre este (como en La piedra que cede), las tensiones que se crean entre lo reluciente y lo gastado, el colocarse en el borde de las contradicciones, entre el orden y el desorden, son extraídos de la vida cotidiana para realizar con ellos sus piezas in situ, en una espontánea experiencia creativa vinculada a la obra entendida como proceso”, manifestó la investigadora.
Por su parte, Kosuth agradeció a nombre de todos la condición recibida y destacó que esta es “su segunda visita a Cuba”, a donde siempre es “un gran placer regresar”. En tanto, Pistoletto apuntó que durante sus años como profesor tuvo una premisa “no quiero artistas falsos”, porque no hay lugar para todos en los museos, en el sistema arte, sin embargo, “la sociedad los necesita, todos podemos ser artistas, creativos y transformar nuestro entorno”. Mientras, Gabriel Orozco señaló que este es “un honor inmerecido”, pero “qué más puede pedir uno que ser doctor cubano, que tanto han aportado al mundo y la sociedad”.
La distinción Honoris Causa de la Universidad de las Artes fue entregada a los destacados creadores por el Dr. Rolando González Patricio, rector de la institución; Julián González Toledo, Ministro de Cultura, Rubén Del Valle, presidente del Consejo Nacional de las Artes Plásticas, y Jorge Fernández, director del Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam.