Presencia extranjera en la Duodécima Bienal de La Habana: Han Sungpil, artista sudcoreano

Por: Clotilde Serrano

Un novedoso proyecto cambiará el entorno de uno de los lugares más emblemáticos del Paseo del Prado, frente al Capitolio. Y es que uno de los edificios de la populosa avenida será intervenido por el proyecto FACHADA (FAÇADE), que desde hace años asume el reconocido fotógrafo sudcoreano, Han Sungpil. En su propuesta, el artista juega con la ilusión óptica del espectador y le pone trampas engañosas para convertir en real algo que no lo es.

Tras graduarse de sus estudios universitarios, Sungpil se incorpora a la Korea Fuji Film Co., Ltd, donde completa su formación como fotógrafo y en 2005 concluye su  Máster en  “Diseño Contemporáneo” en la Universidad de Kensington en Londres, en colaboración con el Museo del Diseño de esa propia ciudad. Con posterioridad el creador realizó otros estudios de especialización, pero la singularidad de su proyecto es la que le ha valido el reconocimiento dentro de la fotografía mundial contemporánea.

Singpil instalará una fachada de estilo asiático en el centro de la capital habanera y sin dudas, su intervención será uno de los atractivos visuales de esta bienal. El fotógrafo inició su propuesta en portadas de edificios que iban a ser restaurados, con el objetivo de evitar la fealdad de los telones y las vallas que se emplean para cubrir los inmuebles cuando van a ser demolidos o reparados. Lo que en un inició fue una solución utilitaria para embellecer el entorno de algunas capitales en las que la modernidad se ha impuesto y  ha llevado a la renovación de sus construcciones, el artista ha  emplazado su propuesta y ello ha convertido al  proyecto artístico en un hecho de gran originalidad.

La maestría de Sungpil de llevar la realidad tridimensional a un plano de dos dimensiones le ha permitido situar al espectador ante un atractivo y sutil juego de equívocos que le obliga a examinar las fronteras entre lo genuino y lo ficticio, entre lo verdadero y lo falso.

Fachada propone un doble registro: la cara temporal que se sitúa ante la real en el período de restauración de las edificaciones, y una segunda que será la permanente, una vez la rehabilitación esta concluida. Pero esta fachada temporal, a su vez obra de arte, actúa como una máscara que esconde la apariencia real y ahí radica el encanto de estas réplicas efímeras destinadas a desaparecer, al concluir las obras, y a las que sólo la fotografía de Han confiere la cualidad de perdurar.

En un artículo publicado con motivo de su participación en PHOTOESPAÑA 2011 se afirma, sobre el trabajo de Singpil: “No exento de delicadeza y poesía en lo que muestra, el resultado es inquietante, lleno de preguntas que el espectador se hace hacia lo que está viendo con la extraña sensación de encontrarse dentro de un sueño, una representación teatral e incluso un acertijo. Un espejo, una realidad tridimensional, un decorado, una ficción… ¿Lo que vemos es real o solo una recreación llena de simbolismo? No hay mejor artista que el que genera preguntas de difícil respuesta.”

Sungpil estará por estos días en La Habana y  pondrá a todo el que transite por esta populosa arteria, frente a una especie de pagoda, que lo trasladará en la imaginación muy lejos de una capital, que en sus variopintas expresiones arquitectónicas, no tiene mucho de lo que caracteriza a la cultura oriental.

Fuente: Cubarte