El trabajo de Bárbara Sánchez Barroso (Lleida, 1987) es una aproximación interdisciplinar —desde la performance, el vídeo o la instalación— a temas como los feminismos, las relaciones personales o todo lo que habita la periferia. Sus proyectos abordan a menudo la dimensión política de la vertiente personal y celebran la naturaleza de lo frágil y vulnerable. El potencial de la narratividad en todas sus formas es uno de los motores de su práctica artística, en la cual dialogan con fluidez la escritura, el cine y la poesía.
Para La posibilidad de una isla, Sánchez Barroso presenta La Odisea, una videoinstalación que habla de como, a menudo, nos dirigimos hacia un destino que no es sino un retorno al punto de partida. La obra relata la travesía por mar que un personaje realiza en busca de un lugar vinculado a su origen: una cueva ubicada en una isla. Más lugar mental que enclave geográfico, este destino opera como metáfora de diferentes conceptos: el espacio de la ficción, el inconsciente, la noción mítica de origen o, incluso, la vida intrauterina. Durante la navegación, una locución en primera persona rememora un recuerdo de infancia entretejido con reflexiones diversas sobre las intersecciones entre la ficción y el relato biográfico, la función que las historias fundacionales desempeñan en el imaginario colectivo o la pulsión humana de transformar la experiencia en narración.
Desde el título mismo, la pieza de Sánchez Barroso hace referencia al mito de Odiseo: menciona su funcionamiento como arquetipo literario y establece una analogía entre la recreación de la historia a través de los mitos y la reconstrucción de la identidad mediante los recuerdos. En este sentido, la artista reformula frases de obras literarias de autores tan diversos como Joseph Campbell, Joan Didion, Jean-Paul Sartre o Emily Wilson, entre otros, y las incorpora a su propio discurso sin explicitar las fuentes, construyendo un relato sobre la ficción en el que se confunden los límites entre la literatura y la vida.
El trabajo parte de un interés por los argumentos esenciales, que, versionados, dan lugar a todas las obras literarias y cinematográficas de la historia. La artista escoge para su film una de estas tramas clásicas, la del personaje que emprende un viaje, pero es ella, una figura femenina, quien la protagoniza. La Odisea de Sánchez Barroso es sobre todo un periplo interior, psicológico y antiheroico que no pasa por la resolución y en el que no se dan ni el conflicto, ni la lucha, ni el dominio. Refuerzan esta perspectiva los despojos de un barco que yacen en la sala de exposiciones acompañando el film. Se trata de un objeto que remite a la experiencia vivida, pero que, lejos de conmemorar la hazaña, evoca algún tipo de naufragio.
Bárbara Sánchez Barroso (Lleida, 1987) es licenciada en Bellas Artes (2012) y Comunicación Audiovisual (2011), y máster en Teoría de la Literatura Comparada, por la Universitat de Barcelona. Ha impartido clases de comunicación y educación en la Universitat de Barcelona, en la Universitat Autònoma de Barcelona y en la Univerzita Karlova de Praga, entre otras. Forma parte del colectivo Nenazas, con el que edita fanzines y realiza performances. Entre otros premios, Sánchez Barroso ha sido seleccionada para formar parte de la videoteca del Museo Reina Sofía.
Recientemente ha presentado su trabajo en exposiciones colectivas en Madrid, Túnez y Quito. En el último año también ha realizado residencias en Addaya Centre d’Art Contemporani (Alaró, Mallorca) y, a través de la asociación JISER, en Túnez. Ha ganado becas de la Sala d'Art Jove y la Fundació Guasch Coranty y ha expuesto su trabajo de forma individual en La Capella en el marco de BCN Producció 2016. En la actualidad Bárbara Sánchez Barroso cursa estudios de posgrado en el Hoger Instituut voor Schone Kunsten (HISK), en Gante, Bélgica, con el apoyo de una beca de la Fundació Han Nefkens. http://barbarawong.info/
La posibilidad de una isla es el ciclo de exposiciones del Espai 13 de la Fundació Joan Miró para la temporada 2017-2018, que cuenta con la colaboración de la Fundació Banc Sabadell. Comisariado por Alexandra Laudo, el proyecto se articula en torno a los significados simbólicos y socioculturales que ha tenido a lo largo del tiempo un espacio paradigmático en el imaginario colectivo: la isla. Una isla es símbolo de autonomía y autosuficiencia, pero también de segregación y confinamiento; puede ser una evocación paradisíaca y a la vez un enclave de explotación turística; la isla ha sido históricamente objeto de dominio colonial y un lugar para la utopía social y política. Por encima de todo, la isla es metáfora de un estado de soledad, de recogimiento, de introspección.
Gerard Ortín, Irene de Andrés, Lucía C. Pino, Bárbara Sánchez y Gideonsson / Londré investigan algunos de estos significados desde perspectivas diversas y con planteamientos distintos con la voluntad de activar interrogaciones y reflexiones pertinentes para nuestra contemporaneidad. La posibilidad de una isla es el primer ciclo de una serie de proyectos que el Espai 13 de la Fundació Joan Miró dedicará a las prácticas comisariales actuales, poniendo el acento en el cómo se comisaría, más allá de la atención habitual al qué se comisaría.
Desde el título mismo, la pieza de Sánchez Barroso hace referencia al mito de Odiseo: menciona su funcionamiento como arquetipo literario y establece una analogía entre la recreación de la historia a través de los mitos y la reconstrucción de la identidad mediante los recuerdos. En este sentido, la artista reformula frases de obras literarias de autores tan diversos como Joseph Campbell, Joan Didion, Jean-Paul Sartre o Emily Wilson, entre otros, y las incorpora a su propio discurso sin explicitar las fuentes, construyendo un relato sobre la ficción en el que se confunden los límites entre la literatura y la vida.
El trabajo parte de un interés por los argumentos esenciales, que, versionados, dan lugar a todas las obras literarias y cinematográficas de la historia. La artista escoge para su film una de estas tramas clásicas, la del personaje que emprende un viaje, pero es ella, una figura femenina, quien la protagoniza. La Odisea de Sánchez Barroso es sobre todo un periplo interior, psicológico y antiheroico que no pasa por la resolución y en el que no se dan ni el conflicto, ni la lucha, ni el dominio. Refuerzan esta perspectiva los despojos de un barco que yacen en la sala de exposiciones acompañando el film. Se trata de un objeto que remite a la experiencia vivida, pero que, lejos de conmemorar la hazaña, evoca algún tipo de naufragio.
Bárbara Sánchez Barroso (Lleida, 1987) es licenciada en Bellas Artes (2012) y Comunicación Audiovisual (2011), y máster en Teoría de la Literatura Comparada, por la Universitat de Barcelona. Ha impartido clases de comunicación y educación en la Universitat de Barcelona, en la Universitat Autònoma de Barcelona y en la Univerzita Karlova de Praga, entre otras. Forma parte del colectivo Nenazas, con el que edita fanzines y realiza performances. Entre otros premios, Sánchez Barroso ha sido seleccionada para formar parte de la videoteca del Museo Reina Sofía.
Recientemente ha presentado su trabajo en exposiciones colectivas en Madrid, Túnez y Quito. En el último año también ha realizado residencias en Addaya Centre d’Art Contemporani (Alaró, Mallorca) y, a través de la asociación JISER, en Túnez. Ha ganado becas de la Sala d'Art Jove y la Fundació Guasch Coranty y ha expuesto su trabajo de forma individual en La Capella en el marco de BCN Producció 2016. En la actualidad Bárbara Sánchez Barroso cursa estudios de posgrado en el Hoger Instituut voor Schone Kunsten (HISK), en Gante, Bélgica, con el apoyo de una beca de la Fundació Han Nefkens. http://barbarawong.info/
La posibilidad de una isla es el ciclo de exposiciones del Espai 13 de la Fundació Joan Miró para la temporada 2017-2018, que cuenta con la colaboración de la Fundació Banc Sabadell. Comisariado por Alexandra Laudo, el proyecto se articula en torno a los significados simbólicos y socioculturales que ha tenido a lo largo del tiempo un espacio paradigmático en el imaginario colectivo: la isla. Una isla es símbolo de autonomía y autosuficiencia, pero también de segregación y confinamiento; puede ser una evocación paradisíaca y a la vez un enclave de explotación turística; la isla ha sido históricamente objeto de dominio colonial y un lugar para la utopía social y política. Por encima de todo, la isla es metáfora de un estado de soledad, de recogimiento, de introspección.
Gerard Ortín, Irene de Andrés, Lucía C. Pino, Bárbara Sánchez y Gideonsson / Londré investigan algunos de estos significados desde perspectivas diversas y con planteamientos distintos con la voluntad de activar interrogaciones y reflexiones pertinentes para nuestra contemporaneidad. La posibilidad de una isla es el primer ciclo de una serie de proyectos que el Espai 13 de la Fundació Joan Miró dedicará a las prácticas comisariales actuales, poniendo el acento en el cómo se comisaría, más allá de la atención habitual al qué se comisaría.
Bárbara Sánchez Barroso
La Odisea
23/03 — 17/06/2018
Publicación anterior XV Semana del Diseño en Cuba: espacios de encuentro
Publicación siguiente En MULAFEST hay espacio para tu creatividad