Por: Yanay Prats Herrera
Como parte de la estrategia de Responsabilidad Social de la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles (RENFE), la Dirección de Cercanías de Madrid, en colaboración con el Ayuntamiento de la ciudad de Alcalá de Henares, inició el Tren de Cervantes en 1998, precisamente el año en que la UNESCO declaró a la ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Imagínese que el mismísimo Alonso Quijano le diga “no me levantaré jamás de donde estoy, valeroso caballero, fasta que la vuestra cortesía me otorgue un don que pedirle quiero, el cual redundara en alabanza vuestra y en pro del género humano”; y de este modo, iniciado él como El Hidalgo de la Triste Figura, comience la travesía en este tren turístico.
A bordo, entre juegos y teatralizaciones, degustando las típicas almendras garrapiñadas de la región de Alcalá, recorremos en alrededor de media hora el trayecto entre Madrid, saliendo de la estación de Atocha Cercanías, y la ciudad de Alcalá de Henares, lugar donde nació ese ilustre de la literatura universal, don Miguel de Cervantes y Saavedra, en 1547.
El Tren de Cervantes se programa por temporadas, la primera de abril a julio y la segunda de septiembre a diciembre, siempre los sábados. Como parte de su oferta contiene un paquete cultural de lujo, con recorrido por diversos sitios de vasta riqueza patrimonial. Por ejemplo, la Plaza de Cervantes, en el corazón de la ciudad de Alcalá de Henares, devenido punto de encuentro, descanso y paseo de visitantes y alcalaínos.
Incluye también la Universidad Cisneriana; el Corral de Comedias; la Catedral de los Santos Niños Justo y Pastor; la Capilla del Oidor; y como plato fuerte, el museo Casa Natal de Cervantes, para adentrarnos en la vida del escritor y su época, sin olvidar la gastronomía local, con descuentos en diversos restaurantes.
Imbuidos de una época de esplendor: el Siglo de Oro español, transcurre toda una jornada de ensueño. El encuentro con Don Quijote, ese “amigo entrañable” como lo llamara Borges, donde el tren es la puerta de entrada al maravilloso mundo cervantino. Y gozar de la capacidad soñadora que llevo a Alonso Quijano a armarse caballero. José Martí escribió “los pueblos que perduran en la historia son los pueblos imaginativos”.
Le puede interesar: