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Presentarán Catálogo Pintura y Performance de Manuel López Oliva
28February

Presentarán Catálogo Pintura y Performance de Manuel López Oliva

Por: Taissé Del Valle Valdés

Acercarse a Manuel López Oliva es encontrarse con un patrimonio vivo de las artes plásticas en Cuba y acceder a recuerdos bien atesorados desde hace más de cinco décadas de vida artística. López Oliva es filólogo, artista plástico, periodista, crítico de arte y fundador de todo lo que lleve el sello artístico. Su obra abarca innumerables exposiciones en Austria, Brasil, Suiza y otros países.

Y la lista de galardones es vasta, entre ellos Premio "Adam Montparnarsse", Salón de Mayo de París, Francia (1968), Premio de reconocimiento de la Casa de la Prensa. Feria Internacional de las Artes, Museo de Lund, Suecia (1972), Segundo Premio, International Art Exhibition, Royal Gallery, Edimburg, Escocia (1974) y Mención, Salón Nacional "Carlos Enríquez", La Habana, Cuba (1980).

Al llegar al estudio, situado en Calle Leonor Pérez, esquina Habana, nos recibe una casa-galería donde pinta desde 2009, año en que el historiador de La Habana, Eusebio Leal Spengler, lo trajera a esta sede. Nos cuenta que la casa de su padre en Manzanillo, era la casa del pintor del pueblo. López Oliva pintó héroes, catedrales, hasta que llegó a las máscaras, con una depurada técnica de acrílico sobre lienzo, que nos devela paraísos estéticos sensuales, provistos de intensidad formal, cromática, ideográfica y textural. Hoy confiesa que su quehacer no podría tildarse ni vanguardista, ni impresionista es sencillamente su obra, su estilo.

Arte por Excelencias se acerca también a uno de sus asiduos colaboradores, cuya pieza Never more engalana la portada del número 35 de la revista, en busca de detalles de la presentación de su próximo catálogo Pintura y Performance a cargo de Collage Ediciones del Fondo Cubano de Bienes Culturales, el cual será presentado hoy a las cuatro de la tarde en el Museo Nacional de Bellas Artes por Jorge Fernández, Director del Museo.

 

Obra de Lopez Oliva
Never more

 

El catálogo surgió a raíz de la exposición Mímesis en 2012 e incluye fragmentos publicados de autores cubanos y norteamericanos: Nelson Herrera Isla, Hortensia Montero, Lillian Guerra, Ruffo Caballero, Donna Gold, Jorge Bermúdez, Kirenia Rodríguez-Puerto, Carina Pino Santos, Virginia Alberdi y Deney Terry. Se escogieron obras realizadas desde el 2000 al 2017, aunque también se incluyeron algunas de años anteriores. Entre las escogidas figuran El ventrílocuo, El placer y la máscara, El vértigo y la máscara, así como El tramoyista.

“Todas tienen título porque es como un puente de comunicación con el espectador. Necesito que de alguna manera se dialogue con mi obra. No me interesa que el espectador interactúe mecánicamente porque creo en la democracia espiritual. Trato de que mi obra sea sensualmente atractiva, incluso cuando hay fealdad también intento que sea atractiva”.

“Mi obra es un gran teatro, como la sociedad y la vida”, continúa. “La máscara no siempre es negativa. Puede ser un rol, una actitud de un actor. Esa actitud la adopté en el carnaval de Venecia en 1990. Era tradición llevar máscaras durante el carnaval e incluso tener otras relaciones amorosas siempre con máscara, aunque pintaba las también conocidas como caretas desde pequeño para el carnaval de Manzanillo”.

Vea la galería: Máscaras. Manuel López Oliva

Para el artista la sociedad humana se compone de dioses, semidioses y mortales tal como la estructuraron los griegos. “Los mortales no llevan máscaras”, puntualiza. “Cada obra tiene una vida independiente, cada obra nace de una necesidad intelectual, emocional”. En sus lienzos analiza la relación hombre-sociedad. Alega que “la mayoría de las veces somos hombres oreja porque solo tenemos la posibilidad de escuchar y casi nunca podemos opinar, de eso dialogo en El ventrílocuo. Pero, son las interpretaciones del espectador las que enriquecen mi obra”.

Como fiel discípulo de Antonia Eiriz y otros grandes profesores, López Oliva aborda el trasfondo social y la lucha de contrarios de la dialéctica marxista en sus lienzos. Para el artista, la vida es como un gran baile de máscaras y la máscara es símbolo de la teatralidad de la vida. De esta forma, se conjugan en una misma persona las artes plásticas y el teatro, para dar paso a una singular y sensual producción artística.

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