La noticia corre de boca en boca y aún nos cuesta creerla. Hace apenas unos meses, nuestro presidente, Sr. José Carlos de Santiago, compartía con ella enriquecedores momentos en su casa en Matanzas y ponía en sus manos el merecidísimo Premio Excelencias por una vida dedicada a las artes y por ser una mujer más grande que el tiempo que le tocó vivir.
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La Premio Nacional de Literatura, con la humildad y dulzura que la caracterizaron, no dudó en relatarnos anécdotas que pronto se convirtieron en entrevista, esa que hoy exhibimos con orgullo en nuestras revistas.
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A la par, el intercambio con su esposo que facilitó nuevos encuentros, invitaciones a las célebres tertulias en ese hogar de todos y de las artes y el cariño que solo los buenos amigos saben dar.
Hoy no estamos tristes, ella no lo querría. Solo le diremos el "Hasta la próxima" de siempre. Nos quedan sus palabras, su obra, su inmensa amistad...
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