Por: Diana Rita Cabrera
Revista Excelencias conversó con el médico, pintor, ceramista, miembro de la Academia Dominicana de Gastronomía y activista cultural, Thimo Pimentel, quien acaba de recibir el Premio Nacional de Artes Plásticas 2016 y al cual se refirió como “un premio de mis amigos”, al tiempo que criticó la relación Turismo-Arte en su país y llamó a promover la gastronomía como proyección cultural de los pueblos.
¿Qué significa para Thimo Pimentel este Premio Nacional de Artes Plásticas 2016?
No soy muy entusiasta de reconocimientos personales porque en nuestras vidas casi nada de lo que hacemos es exclusivo de una sola persona.
Un reconocimiento, un premio, una distinción, se confiere más a una labor de largos años donde muchos han intervenido, empezando por la familia que, la más de las veces, es la sacrificada.
Este es un premio de mis amigos y sobretodo de los que me han acompañado en las labores del taller a través de los años: Amauris, Royo, Cepero, Guille, Fermín, Noel, Alfredo y Cocó en las labores de serigrafía, mis hijos varones... en fin, todos los que me acompañaron antes y ahora son parte importante de este premio.
Es un premio compartido con la crítica, sin pretender gustar a todos, es una distinción más a la pasión, la investigación, la disciplina y el trabajo de tantos años, y a la vez un premio a los medios que siempre me han tratado con distinción y especial cariño.
Al pasar revista al pasado, es un logro y un triunfo que se lo debo a PROYECTA, el grupo del cual nací y me formé como artista visual y que con modestia acompaño hoy a Ada Balcácer, Domingo Liz y Fernando Peña Defilló, Ramón Oviedo, quienes antes obtuvieron igual galardón.
¿En qué o quiénes pensó cuando supo la noticia?
Supe la noticia mientras visitaba el médico, aquejado de una lesión incómoda de rodilla, incómodo e irritable porque se estaba limitando mi accionar rebelde.
A ser honesto no la esperaba, pues no me siento merecedor de tan alto honor. Pensé primero en los idos... en mi madre, en mi padre, en mis hijas, en un piloto ausente y muy querido y en el más pequeño, quien es hoy estudiante de arquitectura y receptor de algunos trazos genéticos que pudiera heredar de mí, con la tenacidad y la pasión del trabajo de su madre.
¿En qué planes se encuentra envuelto en estos momentos?
Estoy inmerso en proyectos que se suceden: continuar la labor bajo el agua en el Museo Submarino Igneri-Caribe-Taino en Punta Cana y hacer nuevos aportes al arte y la cultura a través de las acciones del ARTE FURTIVO, una suerte de nueva pedagogía para enseñar el arte, la historia y cultura de nuestro pueblo, compartiendo acciones nunca antes vistas.
Por otra parte, trabajo incesantemente en el estudio de los códigos o sellos de nuestros arawacos insulares y Caribes, en una concepción diferente, la cual se aleja de lo que algunos denominan "pintaderas".
¿Continuará trabajando el Arte Furtivo?
De forma contagiosa el ARTE FURTIVO es mi alimento ahora y con él investigo nuevas manera de llevar la curiosidad por las artes visuales, de la mano de los avances tecnológicos de hoy a todos los niveles y capas sociales, para hacer más democrática la adquisición y comprensión de la obra de arte.
¿Puede adelantarnos alguna próxima exposición?
Bueno, las exposiciones se hacen cuando están hechas y no antes. No me pongo metas de tiempo para realizar una exposición, solo cuando está lista se produce y se lleva a cabo. Quizás para el 2017 aparezca una exposición con mis últimos trabajos
¿Cómo valora la relación turismo-arte en los últimos años en Punta Cana y en la República Dominicana en general?
¿Relación Turismo-Arte en Punta Cana? Eso no existe. Ni a nivel oficial ni a nivel particular. Ni en Punta Cana ni en el país.
Estamos ante una generación dirigencial estatal y privada, divorciada de las artes visuales, lo cual es algo inaudito ante una cantera de jóvenes artistas de tanto empuje y calidad.
¿Conoce Ud. un alto dirigente del gobierno que guste de las artes visuales, sabe de algún Senador coleccionista de arte, de algún Ministro? Yo conocía dos de ellos... uno se murió hace ya unos años.
Quisiera pensar que los Ministerios de Cultura y Turismo desarrollarán en breve programas para revertir la orfandad de los jóvenes artistas en cierne que tenemos.
El potenciar la Escuela Nacional de Bellas Artes, incluir las artes visuales en los programas de desarrollo y promoción del país en las ferias internacionales de turismo, llevando las obras de jóvenes artistas a esas vitrinas internacionales.
Por último, ¿cómo desarrolla su labor artística a la par de su activismo en la Academia Dominicana de Gastronomía?
El buen comer es arte y, como las artes visuales, la gastronomía es parte esencial de la proyección cultural de los pueblos. Hace mucho más por el país una gastronomía emergente y creativa, que se disponga a rescatar los platos más emblemáticos de todas las regiones, y por eso mi activismo en la Academia, donde estoy rodeado de gente muy cultivada, donde me he propuesto aprender e investigar desde la historia culinaria de nuestros primeros pobladores para hacer de los placeres gastronómicos criollos un multiplicador importante de nuestra cultura, que sirva de atracción importante a futuros visitantes.
Al igual que nuestro arte visual, la gastronomía debe de estar presente en las ferias de turismo por el mundo.
