El pasado sábado 3 de agosto se inauguró en la Galería Servando de la Capital cubana, la exposición “Maestro de cocina” del artista Yunior Acosta (Yimmi).
En las palabras de presentación, la especialista Daleysi Moya expresaba:
La vuelta permanente al fenómeno de la creación, entendido como origen del ser, constituye una de las grandes obsesiones humanas. Esto tiene que ver con nuestra necesidad de entender quienes somos y de donde venimos, pero sobre todo con la relación que establecemos con la figura de Dios. La noción filosófica de creación está, en efecto, emparentada de manera indisoluble con la tradición judeocristiana, de forma que enfrentarnos a la construcción de nuestro presunto mito fundacional, significa también encontrarnos y concebir a Dios como único agente generador de vida. La acción de conformar al hombre de la nada (ex nihilo) nos posiciona ante la perspectiva de que el momento creativo implica necesariamente la participación divina.
En sintonía con este axioma se articulan las reflexiones de Yunior Acosta, quien pretende extender su dimensión hacia ámbitos terrenales. Basado en el esquema que contempla el principio cristiano, Yimmi entreteje nuevos discursos o formas alternativas de comprender la creación. Así, otorga legitimidad a actores otros, en tanto les confiere la gracia de ser considerados pequeños demiurgos. De esta suerte de reconfiguración de la fábula genésica, emerge el ser humano como ente signado de gracia divina; en sus manos (como en las de Dios) se esconde también el milagro de la existencia. Por esto ganan en protagonismo las figures del padre (entendido como pilar fundamental de la construcción familia) y el artista. Serán ellos los encargados de componer, a modo de maestros cocineros, dos de los espacios más caros al ser humano: la vida y el arte. En su accionar se revela de esta manera un destello de divinidad, el rayo de luz que convierte por un instante, lo perecedor en eterno.”
Publicación anterior DMencia 2013. XV Muestra de Arte Contemporáneo
Publicación siguiente La colección de Soledad Lorenzo en el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander