Por Elizabeth Bello Expósito
Luces, Gibara, acción…comenzaron a filmarse las escenas de la XIV edición del Festival Internacional de Cine de Gibara, en la Villa Blanca de los Cangrejos, recientemente presentada como destino turístico, para agasajar sus valores turísticos, ecológicos y medioambientales, histórico-patrimoniales y además culturales, con énfasis en el cine.
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Desde el primero de julio y hasta el próximo día 7 se acrecienta el encanto de Gibara y su tranquilidad y calidez habitual de pueblo costero se trastoca en carnaval donde se rompen todas las fronteras. El arte y el público se funden en abrazo y “el más exigente de los jurados”, el pueblo, detiene en las calles a cineastas, actores y músicos connotados para darles gracias, ofrecer sugerencias, preguntar y atesorar recuerdos.
Revitalizar la tradición de que el público acuda al cine es uno de los retos primordiales de esta XIV edición, donde lo esencial es que las personas vayan al Cine; por ello el certamen se ha preparado para que el público disfrute de propuestas cinematográficas de alto nivel estético, artístico y calidad, sin olvidar las esencias del cine alternativo y diferente, pero con un espectro más amplio.
Gibara enamora y una vez se le conoce no se puede más que volver. Ello se reafirma con la presencia de destacados directores, actores y actrices, realizadores del cine nacional y foráneo, músicos, pintores…que cada año retornan para prestigiar el certamen. Así acuden imantados por la magia de Gibara el actor puertorriqueño Benicio del Toro; el guionista y director español Félix Viscarret, ganador del premio Goya; entre otras personalidades.
Esta vez el Festival Internacional de Cine de Gibara coloca en el centro del lente la frescura, la transparencia y energía ilimitada de la niñez y la adolescencia. El acercamiento a la juventud, a sus inquietudes y derechos y especialmente su imaginación, creatividad y su relación con el audiovisual se mantiene en el interés del evento desde sus primeras ediciones. “Queremos que esa candidez sea siempre parte del espíritu del Festival; que ahora se celebra en la etapa veraniega, época en que los pequeños de casa alborotan hogares, parques y playa”, señala sonriente el afamado actor y realizador. Por ello, durante las jornadas de Festival se desarrollarán Talleres de creación para esos pequeños duendes, que se extenderán a las comunidades, con la intervención del proyecto infantil local “Voces del audiovisual”.
Además se amplifica el lente y el Festival abre su ángulo hacia al público de las provincias orientales aledañas e incluso los que vengan desde otras partes del país. Por ello los jóvenes de todas partes del país puedan llegarse hasta la Villa Blanca y acampar allí para participar del Festival.
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